El general sí tiene quien le escriba, quizá no cartas de amor, pero sin duda artículos periodísticos. “No importa. El que espera lo mucho espera lo poco”, apuntó Gabriel García Márquez en El coronel no tiene quien le escriba.
Una investigación de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) publicada por los periódicos de Grupo Reforma señala que el general Luis Cresencio Sandoval adquirió en 2020 un apartamento de 407 metros cuadrados en el fraccionamiento de Bosque Real en Huixquilucan, Estado de México. Si bien el titular de la Secretaría de la Defensa reportó la compra en su declaración patrimonial, le dio un valor de solo 9 millones de pesos. Quien conozca la zona sabrá que una propiedad de esas dimensiones y en ese lugar vale mucho más. El apartamento se lo vendió una mujer, Alejandra Aguilar Solórzano, hija de un militar retirado, quien es accionista de una empresa proveedora de la Sedena, la cual obtuvo un contrato posterior por 319 millones de pesos para entregar 48 mil placas balísticas. La firma quedó mal en la entrega, pero se le dio un plazo para subsanar el incumplimiento.
Hasta ahora ni el general ni la Sedena han dado a conocer su versión de esta compra. MCCI ha señalado que antes de la publicación pidió el punto de vista de la Defensa, pero esta no respondió. El general había pedido a la Secretaría de la Función Pública mantener en privado su declaración patrimonial, pero MCCI obtuvo una copia. Habrá que ver ahora la explicación del miltar. De momento la operación genera dudas.
El general secretario tiene un ingreso neto mensual de 119 mil pesos, monto que parece insuficiente para adquirir un apartamento de este valor. El titular de la Sedena reportó que la operación se hizo con un crédito hipotecario en febrero de 2020, pero para mayo de 2022 ya había pagado dos terceras partes.
El presidente no tocó el tema ayer en su conferencia de prensa. Lo lamento, porque hay cosas que aclarar. Hace algunas semanas MCCI también difundió que el general y miembros de su familia habían emprendido varios viajes de lujo al extranjero. El 19 de abril López Obrador afirmó que no tenía información de que el secretario los hubiese realizado y añadió que nunca se ha ausentado 15 días del territorio nacional. Cuando se le preguntó si la familia los había hecho, su respuesta fue: “¿Y qué? ¿Cuál es el problema?”.
Pero sí hay un problema. La Sedena está recibiendo cada vez más canonjías y responsabilidades. Si bien su responsabilidad fundamental es el resguardo militar de la soberanía del país, ahora edifica y maneja aeropuertos, tendrá una aerolínea propia, construye trenes y se quedará con los fondos que se recaudan de los turistas que ingresan al país y cuyo propósito era la promoción de México en el exterior.
Hoy es más importante que nunca que los integrantes de la Sedena sean sometidos a un escrutinio público. El secretario, sin embargo, ha tratado de mantener un sigilo total sobre las actividades de la dependencia. En octubre de 2022 se negó a acudir al Congreso a hablar con los diputados de la Comisión de Defensa sobre la intervención de sus sistemas informáticos; citó a los diputados en su oficina, pero canceló la reunión cuando se incomodó ante la carta de un legislador que consideró “irrespetuosa”.
Estoy de acuerdo en que se dé al general el beneficio de la duda, pero como funcionario de un gobierno civil debe rendir cuentas a la sociedad. De momento, las dudas están ahí. Bien haría en escribir una carta para aclararlas.
Superpeso
El peso rompió ahora la barrera de los 17.50. Ayer a las 15:30 horas se cotizaba al mayoreo en 17.43 por dólar. Hace un año, el 16 de mayo de 2022, estaba en 20.03; el 30 de noviembre de 2018, último día del sexenio de Peña Nieto, en 20.37. La prudencia fiscal, las altas tasas de interés y las remesas son las razones. ¿Fácil? Pregúntenles a los argentinos.
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