Una encuesta no hace verano, frente a los resultados electorales que, de manera histórica, y progresiva se expresan en cada elección. La percepción ciudadana tiene como referencia el actuar o el desempeño de un candidato, el gobierno, o ambos cuando están vinculados. Generalmente las casas encuestadoras, traen una medición histórica, mes por mes, trimestral o semestral. Otras, lo hacen a petición, y a veces a modo del interesado.
En general el pulso del gobierno o de los candidatos en los municipios lo tiene la ciudadanía a partir de su experiencia vivencial diaria. Los sucesos, de toda índole, familiares, nepotismo, políticos, policiacos, de negocios, tranzas, amorosos, amistosos vuelan de casa en casa, y son la forma en la que los electores van creando su propia percepción e intención del voto.
Finalmente, las encuestas revelan el nivel de aprobación o desaprobación ciudadana. El caso del ciudadano presidente municipal, Mendoza Márquez es patético, no hay encuesta que muestre un nivel de aceptación básico, por el contrario, cada día es peor. Hace unas horas vi sin asombro, que Arias Consultores, en su encuesta de abril, lo ubica “entre los 3 peores alcaldes de país”. Pero eso es un mes sí, y otro también. ¿Cuál es la novedad? Qué sigue tan campante como como Rey de Carnaval.
Hay tres preguntas importantes sobre el gobierno y administración del ciudadano Presidente: ¿Por qué sigue en la presidencia municipal sin tener ya la aprobación de los celayenses? Las encuestas en una línea histórica muestran que no tiene la mínima oportunidad de relección, y que cada día que pasa, le resta votos al partido que lo postuló. ¿Por qué se solapa error tras error en su dispersa actuación administrativa? Hoy se publica que el único servidor público con experiencia política y administrativa Ramón Medellín renuncia como Secretario Particular y encargado no oficial del gabinete, debido al conflicto entre los grupos políticos de su administración, que han proliferado como moscas de cementerio.
El tema de seguridad al que se le ha cedido todo el poder municipal, y al que se le han destinado todos los recursos económicos que ha requerido, y al que se le han solapado los excesos y abusos en contra de la población, hoy sigue cojeando. Las grandes inversiones para la Smart City, y las compras para su autoprotección han generado más problemas que soluciones. Su discurso no ataja las balas en las ratoneras –casetas de vigilancia-, recordemos que desde hace meses se presentaron los primeros casos, y no tomaron la decisión de darles un uso distinto, con los resultados mortales que ahora están a la vista. No es mi papel darles consejos, pero conviértanlas en bibliotecas y llévenlas a las comunidades antes de que las manden al kilo de fierro viejo, y aumente el obituario policial por tanto descuido.
Al día de hoy a pesar de haberse aprobado y publicado en el Diario Oficial la creación de los Juzgados Cívicos, no se han concretado porque no tienen presupuesto. Déjeme decirle que esa obligación, tiene una importancia medular para la convivencia pacífica entre los ciudadanos del municipio, porque en ese juzgado cívico, es decir civil no policiaco, allí se pretende que se diriman todos los conflictos menores, y faltas administrativas que suelen ser motivo de graves problemas, si se les omite, o se les sanciona de manera equivocada. Recuerde que hasta ahora, son Centros de Detención en donde se violentan los derechos humanos y la dignidad de las personas. Por un lado, en relación a la seguridad policiaca, se han armado hasta los dientes, y contratado personal con sueldos y prestaciones decorosas, pero a los postulantes para ocupar las plazas en esta nueva forma de aplicación de justicia, les ofrecen sueldos tabulados al más bajo escalafón.
Se sabe que la Presidente de la Comisión de Hacienda, Salud García, quien junto a Tesorería han minimizado la importancia de los Juzgados Cívicos, y de manera mezquina han regateado el presupuesto, al grado de proponer la incorporación de pasantes de derecho, o estudiantes para que hagan su servicio profesional al frente de esta nueva institución. Debo decirle que los conflictos vecinales, las faltas administrativas como el vandalismo, las infracciones menores son decenas sino cientos, que no se denuncian porque no hay quien las atienda y las sancione, por eso terminan casi siempre en violencia y malestar entre los vecinos. Lo señalo como un ejemplo de la carencia de interés en resolver los problemas básicos de la ciudadanía.
En la encuesta del mes pasado de Demoscopia, el ciudadano Mendoza Márquez ocupaba el lugar 170 de 220 alcaldes encuestados; con Mitofsky, en su ranking de abril, ocupaba el lugar 132 de 150 alcaldes evaluados; Rubrum, en su encuesta de mayo evalúa 11 municipios de Guanajuato, Celaya ocupa el último lugar en seguridad, y en la lista nacional de alcaldes, de 101 posiciones, ocupa el lugar 99, creo que un zombi pudiera gobernar mejor.
¿Qué nos dicen esas encuestas? Nada que no sepamos en Celaya, confirman el malestar, y lo mal que la están pasando miles de familias celayenses. Las encuestas no votan, lo menciono para advertir que el cambio de gobierno, pasa por las manos y la conciencia ciudadana en el momento en que cruza la boleta electoral. Ese momento, es una sentencia para los celayenses, de vida, libertad, seguridad, trabajo, esperanza, o para muchos la muerte. Así que la responsabilidad es compartida, hay que trabajar y hacer posible un gobierno ciudadano. Ya no hay tiempo para la indiferencia, ni para la complicidad disfrazada con el mundo zombi.
Revolcadero. ENTRE FAMILIA. Los rencores, distanciamientos, conflictos de poder, mezquindad y avaricia hicieron más grande el hoyo en el que está metida la familia Mendoza Suárez. Ahora, la secretaria ejecutiva del ciudadano Mendoza Márquez, Erika Suárez, quien además es su sobrina, acumula poder ante la salida de Ramón Medellín. Están todos contra todos (Hagan públicas las fotos playeras, al cabo lo hacen con sueldo público).