Si la oposición (léase PAN) quiere tener una oportunidad de ganar en el 2024, tiene que ir con un candidato con arrastre popular y antisistema que no represente a los partidos ni a la Oligarquía.

Antes de la elección en EdoMex escribí: “No tengo dudas, Marko Cortés está destruyendo al PAN o lo que queda del PAN; partido que fundado por Gómez Morín nació como oposición del PRI hegemónico, por lo que era impensable que se aliara con el PRI corrupto y por si algo faltara, la cereza del pastel, con ¡Alito Moreno!, un “político”, que en mi opinión es un capo de la política y un lumpen con el que carga México gracias al PRI, a Marko y a la impunidad otorgada por la 4aT.” Después del resultado en EdoMex, confirmo lo expresado, si la “oposición” (léase PAN) quiere tener una oportunidad para detener a la, en mi opinión tóxica 4aT, necesita terminar de inmediato con la alianza contra natura con el PRI y el PRD, con delicadeza correr a patadas a Marko Cortés y, en asociación con la sociedad civil proponer un candidato antisistema que no represente a la oligarquía (a los ricachones), ni a los partidos. 

 En algún momento pensé que, dado que el PAN no ha hecho la tarea de gobernar de acuerdo a sus principios y valores fundacionales éticos, morales y democráticos (urge un acto de reflexión, de contrición y de autocrítica en el otrora partido de la gente decente), y dado que en México no tenemos un Nayib Bukele, una alternativa podría ser Carlos Slim, un hombre que no requiere robar, que no busca quedar bien con nadie, que tiene un excelente equipo de colaboradores y un prestigio nacional; el problema es que está manchado con la L12 y, opino, gobernaría para los de “su cla$e”, dejando fuera, como en los tiempos del PRI, de Fox y de Calderón, al pueblo bueno. Después pensé que un panista de “cepa”, congruente con su filosofía y sus principios y valores podría ser la opción que necesita México, ahí me encontré con tres posibles prospectos: el Diputado Juan Carlos Romero Hicks (aunque su respaldo a García Cabeza de Vaca me da ñañaras), el Senador Damián Zepeda y el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila, de los tres me inclino por Damián, por sus propuestas, por su defensa convencida de romper con el PRI, por creer en el PAN y por su crítica inteligente a la 4aT (congruencia), así como por su distancia con Marko Cortés y sus impresentables alfiles, Lilly Tellez y Santiago Creel… El problema es ¿cómo conectar con el pueblo bueno que hoy respalda con más del 60% de aceptación a YSQ?… El desprestigio de los partidos políticos y de la clase política es mucho, los históricos índices de pobreza y la inmoral acumulación de riqueza en pocas manos lo avalan… Ello me llevó a buscar fuera de los partidos una opción; el Senador Germán Martínez me simpatiza, me parece capaz y honesto, pero, tiene un detalle, se presenta como opción ciudadana cuando es un político de toda la vida, fue presidente del PAN, fue director del IMSS con la 4aT y hoy es senador por Morena, aunque arrepentido como Lilly Tellez; en otras palabras, es todo, inclusive un político sin partido, pero no es un candidato ciudadano. Otro que tuve en la mira fue a Gustavo de Hoyos Walther, expresidente de Coparmex, que casi me convence con su discurso de convocar a los mejores perfiles ciudadanos, hasta que antes de abrir las candidaturas a la ciudadanía se “destapó” como precandidato; ya de su aberrante propuesta de “sumar como asesor” al impresentable Chapulín de la política, Javier Lozano (lo que fue rechazado por la gente decente del empresariado), mejor ni hablar.

En esa estaba cuando leí un artículo de Gerardo Soria en El Economista (06/06/23), que propone un candidato antisistema y conectado con el pueblo, con los mismos argumentos con los que Andrés Oppenheimer, en El Nuevo Herald (10/06/23) propone a Xóchitl Gálvez, una política emanada del pueblo, no ligada a la Oligarquía, ni a las cúpulas partidistas y con un lenguaje coloquial que la hace atractiva para el pueblo bueno (a mi no me convence, es muy estridente). En lo personal me inclino por la propuesta de Gerardo Soria: Víctor Trujillo (Brozo), un hombre con arrastre popular, conocido en todo México, muy hábil para comunicar, ajeno a intereses políticos y a partidos (un verdadero candidato ciudadano), además, muy importante, muy inteligente y en mi opinión honesto, un verdadero veneno para YSQ y su 4aT… Después de darle vueltas y más vueltas, no tengo duda, si realmente por amor a México queremos parar a la 4aT en menos de un año, necesitamos convencer a Víctor de que México lo necesita (apoyarlo y arroparlo), y obvio, deshacernos de Marko, Alito y el Chucho Zambrano, quienes, con sus intereses mezquinos, sus manipulaciones y sus compromisos políticos entorpecen todo y como esquiroles, trabajan consciente o inconscientemente a favor de la 4aT… ¡Así de sencillo!

Un saludo, una reflexión.

Escritor y soñador

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *