Yo siempre he dicho que ni con rateros, ni con huevones, ni con pendejos. Con gente capaz, honesta y trabajadora, claro que sales adelante. El propio presidente ya me destapó para la presidencia hoy, aunque en realidad el único que me destapa en las mañanas es mi marido, que me jala las cobijas cuando hace frío”. (El País).
Por ella, por Xóchitl Gálvez, estoy dispuesta a salir a la calle y gritar a los cuatro vientos que hay que votar por ella, que hay que apoyarla y que es la única capaz de derrotar a cualquiera de las “corcholatas” que imponga el tirano, el hablador, el mentiroso y el machista, Andrés Manuel López Obrador.
A lo largo de cuatro años, padecí de un desánimo creciente al no tener a nadie que me estimulara a participar como ciudadana responsable. Todos los días me despertaba decepcionada del gobierno de Morena, harta de escuchar la misma cantaleta de las mañaneras, angustiada por todo lo que escuchaba en las noticias respecto a la violencia, a la brutalidad de los cárteles, al número creciente de los asesinados y desaparecidos y lo más frustrante de todo, por la inexistencia de una verdadera oposición que pudiera poner un alto a un Presidente enloquecido por el poder.
“No hay nadie por quién votar para el 2024. La 4T parece ser imparable. ¿Qué hemos hecho los mexicanos y las mexicanas para merecernos este Presidente que nos está llevando a la ruina? A sus corcholatas, tan lambisconas y arrastradas, no les creo ni pío; me aburren, me incomodan, me hartan, me provocan náuseas. Como se dice: ‘están en la pendeja’…”.
Pero hete aquí que aparece una mujer sonriente, libre, dicharachera, inteligente, súper informada, no milita en ningún partido, es indígena, cree en las energías limpias y en la energía solar, pero sobre todo, una mujer muy entrona, que ha sabido enfrentar muchos retos, entre ellos, a un Presidente que la subestimó. Y que ahora, claro, la descalifica, desde su trono, porque le saca, y sabe que representa un verdadero peligro para Morena.
Bendita Xóchitl, apareciste, como la Virgen de Guadalupe, cuando más te necesitábamos. Mis amigas, informadas, inteligentes, ciudadanas de a de veras, se están organizando. “Ya imprimí 50 de este recorte de ayer en el Reforma y personalmente me lancé a la calle a repartirlas porque no tenemos los WhatsApp de las personas a las que queremos llegar”.
Otra amiga queridísima me mandó un mensaje que decía: “Ya me anoté”. Se había anotado en la página de Xóchitl en la cual pedía firmas, sin el menor costo. “No pretendo gastar millones de pesos para juntar las 150 mil firmas necesarias, solo ingresen al sitio de registro. 1, 10, 20, 50 o las firmas que me ayuden a juntar serán bien recibidas, vamos a lograr la meta”. Obviamente, me anoté de inmediato y al hacerlo me sentí feliz, tranquila; me sentía como si hubiera recuperado, con toda libertad, mi derecho a votar para el 2024.
Como escribió Sabina Berman: “Da gusto de verdad que, por lo menos según las encuestas de esta semana, el nivel de la contienda se haya elevado. El aire se ha vuelto más fino y la opción electoral más digna”.
Si algo tiene Xóchitl Gálvez es carisma y cercanía con los ciudadanos. Su forma de comunicarse es llana, divertida y directa. Xóchitl no es arrogante, no se está creyendo la divina garza, ni se siente intelectual, y si de algo está orgullosa es de sus conocimientos técnicos. Escucharla hablar y explicar acerca de la refinería de Dos Bocas es sorprendente.
Entiende a cabalidad el problema del cambio climático. Es sincera cuando habla de todo por lo que tuvo que pasar para obtener una beca y poder estudiar ingeniería. Es sincera cuando se refiere a los programas sociales de ayuda a los más desprotegidos.
“Tepatepec (lugar donde nació) es una comunidad de 11 mil habitantes donde el 10% no tiene televisión, 13% no posee refrigerador, 46% no tiene auto, 56% no cuenta con computadora y la mitad de la población no tiene internet. (…) su marido Rubén Sánchez es ingeniero químico y empresario que tiene un lado atractivo para el electorado: es rockero. Tiene su banda donde toca la guitarra y le salen muy bien las canciones del Tri. (…) le va al Cruz Azul y es aficionada de hueso colorado, este elemento puede acercarla al pueblo”. (Milenio).
Ahora sí tenemos por quién votar. Por Xóchitl Gálvez.