Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”.
Atribuido a Joseph Goebbels
Uno de los principios de propaganda de Joseph Goebbels era el de simplificación y definición de un enemigo único: había que individualizar al adversario en un solo enemigo. El principio de orquestación, por otra parte, señalaba que “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente”.
El presidente López Obrador ha entendido estos principios. En los últimos tiempos ha buscado individualizar a sus “adversarios” en la persona de Claudio X. González Guajardo, contra quien ha lanzado un sinnúmero de acusaciones y descalificaciones. Lo ha llamado “cínico y cretino”, “traficante de influencias”, “gerente del bloque conservador” y “gran elector”. Afirma, sin mostrar pruebas, que ha impuesto a Xóchitl Gálvez como candidata presidencial de la oposición. Los fanáticos del Gran Líder se han unido al coro: “Ya vienen, ya huele al dedazo de Claudio X.”, afirmó Claudia Sheinbaum este 4 de julio en su campaña electoral. Epigmenio Ibarra, uno de los principales propagandistas del régimen, dijo: “Son tan pedestres Claudio X y los oligarcas que más que candidata quieren vender a la gente una caricatura. De su desprecio por el pueblo habla su operación de mercadotecnia electoral”.
Hoy el presidente ya distingue entre los dos Claudios X., el padre y el hijo, cosa que antes no hacía. Claudio X. González Laporte nació en Cananea, Sonora, en 1934 e ingresó muy joven a la empresa Kimberly Clark. Ascendió gradualmente hasta que en 1973 fue nombrado director general y presidente. La firma tuvo una expansión muy importante bajo su mando. Claudio X., padre, fue además presidente del Consejo Mexicano de Negocios y del Consejo Coordinador Empresarial. Su hijo Pablo R. González Guajardo, también miembro del consejo de Kimberly, es hoy director general de la empresa. Su hermano Claudio X. no figura en el consejo.
Claudio X. González Guajardo se graduó como abogado en 1987 de la Escuela Libre de Derecho y tiene una maestría y un doctorado de la Escuela Fletcher de Derecho y Diplomacia de la Universidad Tufts de Estados Unidos. Su carrera no la encauzó a la empresa sino al activismo social. Fue cofundador y presidente de Mexicanos Primero, una organización que busca mejorar la calidad de la educación pública. Creó Bécalos, un programa de apoyo para estudiantes y maestros. Presidió Fundación Televisa. Fundó Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), cuyas investigaciones dejaron al descubierto actos de corrupción como los de Odebrecht, la Estafa Maestra y los desvíos del exgobernador de Veracruz Javier Duarte. Dejó MCCI, que ha seguido haciendo investigaciones sobre la corrupción, para molestia de AMLO, y creó Sí por México, una organización que busca “contener las consecuencias nocivas del mal gobierno de Morena”.
Claudio X., hijo, ha sido un personaje incómodo para los gobiernos desde hace años. En una reunión con empresarios en 2017, en la que participaba su padre, el entonces presidente Enrique Peña Nieto se quejó de él; según el New York Times, le dijo al empresario que su hijo debía “parar sus críticas al gobierno”. Peña Nieto le explicó a Denise Maerker que, más que atacar a Claudio X., dijo “Hablemos más de lo bueno y ocupémonos de los rezagos que tenemos. Uno de ellos es el tema de la corrupción”. Claudio X. fue uno de los personajes sometidos a espionaje telefónico con el programa Pegasus.
Ahora López Obrador lo ha convertido en su villano favorito. El presidente busca individualizar en él a sus muchos críticos y lo ataca incansablemente con el ánimo de volver verdaderas unas acusaciones que hasta la fecha no ha comprobado.
6 de julio
Se cumplen 35 años de la elección de 1988 en la que Cuauhtémoc Cárdenas fue víctima de un presunto fraude. ¡Quién hubiera dicho que Manuel Bartlett, presidente de la Comisión Federal Electoral y secretario de gobernación, seguiría en el poder, ahora en un gobierno que se dice de izquierda!
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