Como en diversas ocasiones lo he hecho en este espacio, he analizado el delito de fraude desde la perspectiva tanto de las víctimas como de los victimarios, señalando analíticamente sobre todo las características de estos últimos, en especial porque nunca utilizan la violencia, en ninguno de sus aspectos, física o moral, sino que sus principales atributos y digámoslo coloquialmente “sus armas”, son el engaño, la persuasión, el aprovechamiento del error, a veces con la colaboración de las propias características de las víctimas escogidas, como son la ambición desmedida, el obtener dinero o ventajas fáciles, a veces hasta creyendo que a quien están engañando o haciendo objeto de sus apetencias económicas es al propio victimario.

En otras ocasiones de manera más sofisticada, falsificando firmas o documentos, alterando o formando escenarios con apariencia real, pero que en realidad son montajes; de tal manera que así surgen hasta diversas técnicas sistemáticas de llevar a cabo estas conductas fraudulentas, como a modo de ejemplo, el billete de Lotería premiado, los dólares falsos, el llamado “pacazo”, el dinero o cartera tirados, las formas a modo de “pirámides”, hasta otras más avanzadas y a veces hasta financieras como el de “inversiones con grandes ganancias”, que de pronto se esfuman y se convierten en nada.

Obvio que todas estas conductas son deleznables y también reprochables como delitos, aunque en ocasiones la propia víctima lleva, por decirlo de alguna manera “en el pecado, la penitencia”, por creer que está obteniendo una ganancia o que se hará de manera ventajosa con un bien mueble (coche, joyas, etc.) o inmueble (terrenos, casas, edificios) más valiosos de lo que están pagando, como el caso de las personas engañadas por la firma Punto Legal en la compra de casas de gran oportunidad.

Pero me parece aún más criminal y de mentes sin escrúpulo alguno y de mayor relevancia dolosa quien aprovecha estas técnicas engañosas en perjuicio de los más necesitados o de personas que básicamente se encuentran en situaciones críticas de pobreza, en busca de trabajo y sustento para sus familias, en donde proporcionalmente si bien las cantidades de dinero son menores, son muy perjudiciales para quien no tiene esos recursos, pero además lo hacen con una ilusión y una esperanza de solventar lo más elemental que necesita una persona para sobrevivir, como lo es el conseguir un trabajo.

Me refiero al caso tan repetitivo, por más advertencias que hacemos en estos medios de comunicación, a los que pretendiendo obtener un trabajo como migrantes en los Estados Unidos son timados y esquilmados, en fraudes colectivos, por grupos delincuenciales obteniendo grandes ganancias y que a veces quedan en la impunidad. Tal es el caso de cerca de 200 migrantes del Estado de Guanajuato que aportaron hasta ocho mil pesos para obtener una Visa de trabajo para Estados Unidos, cuyo trámite es gratuito (Periódico A.M. 13/07/2023 pág. A.7).

El origen de esta nueva denuncia estuvo a cargo del vicepresidente de la organización migrante “Orgullo Guanajuatense” de Houston, Texas, de nombre Omar Osiel Hernández García, quien manifestó que las personas defraudadas pertenecen a los municipios de Tarimoro, Apaseo el Grande y Yuriria y que desafortunadamente en la obtención del dinero que proporcionaron se encuentran personas involucradas en la política de las cuales por el sigilo de la investigación no pudo dar sus nombres a la prensa. Cabe hacer notar que los costos de este trámite en el Departamento de Empleo en los Estados Unidos para la Visa H2 corre a cargo del empleador, porque se trata de programas establecidos para proveer de mano de obra a empresarios norteamericanos, pero sujetos aviesos al enterarse de la existencia de estas promociones, urden los planes para convocar a las personas necesitadas de trabajo y sacarles su dinero bajo la promesa de obtener su visa, su viaje y su trabajo seguro en los Estados Unidos, cuando en realidad se trata de maniobras engañosas.

En tanto que la Secretaría del Migrante del Estado de Guanajuato solamente estuvo expectante cuando su titular era Juan Hernández y ahora, la nueva titular Susana Guerra dará seguimiento al tema y el anterior Secretario fue promovido a un nuevo cargo en el Partido Acción Nacional. Ojalá y el fiscal general del estado, el Mtro. Carlos Zamarripa Aguirre, realice sus mejores oficios para proceder en contra de estos malhechores sean o no políticos.

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