Ahora resulta que los verdugos son las víctimas, que los golpeadores son los descalabrados, que los aprovechados y bullies se creen las presas.
Durante casi once días, López golpeó incesantemente a la precandidata del Frente Amplio Opositor, Xóchitl Gálvez. Acto seguido, un amanuense morenista la acusó ante la FGR por una falta inventada, y el coro de alcahuetes que le olfatean los vientos al Presidente igualmente la atacó en redes sociales, acusándola incluso de no tener orígenes indígenas.
Y el fin de semana en Oaxaca, la misma Xóchitl fue agredida por una turba de morenistas azuzada por líderes locales del “movimiento”. ¡Y ahora resulta que el que se dice ofendido es el Señor López!
En su perorata de ayer acusó a sus “adversarios” de una campaña “sucia”, “perversa” y “fascista” en su contra. ¡Pobrecito! ¡Y él tan indefenso, tan inocente, tan dejado! Se hace, pues, la víctima cuando ha sido él, personalmente, el que ha conducido una campaña con esas características contra la Senadora Gálvez y de pasada otro precandidato, Santiago Creel.
Deveras que dan risa las gaitas de este Señor, quien no tiene empacho en tejer conspiraciones en el aire para desviar toda CULPABILIDAD de todo lo malo que sucede en México. Según él todo marcha muy bien, PEMEX es una maravilla, no hay violencia, no hay derrames en el Golfo y la gente está muy contenta. Si está tan contenta, entonces por qué la rechifla que recibió en un mitin su corcholata Sheinbaum ¡por sus propios acarreados! Seguramente fue porque “están muy contentos”.
Con un dejo de cinismo pide López a sus adversarios que “reflexionen sus actos” ya que él nunca ha perseguido a nadie. ¿Y Ricardo Anaya qué, no cuenta?
¿A poco cree López que ya se nos olvidó que cuando se le cayó el teatro de las acusaciones en su contra de recibir sobornos en el sótano (estacionamiento) del Senado, en cuestión de horas le armaron otro rollo inmobiliario -descartado anteriormente como inexistente-, forzando al ex candidato presidencial del PAN a preservar su integridad física extrayéndose de la jurisdicción de la FGR, que obviamente pretendía vía pretextos encarcelarlo? ¡Así trata López a sus adversarios!
¿O acaso no recuerdan cómo le armaron una acusación FALSA de asesinato al brazo derecho de Ricardo Monreal en el Senado, Del Río Virgen, para acalambrar a Monreal y obligarlo a que se plegara a los caprichos del Tlatoani con sus reformas y EXCLUSIONES en relación a las ambiciones políticas del zacatecano? Quien finalmente acabó entregándose como corcholata de relleno.
No será para nada buen Presidente este Señor López, por divisivo y aportar escasos resultados, pero merecedor del Galardón “María Tereza Montoya” por la mejor actuación en el papel de bipolar, sí lo es. Para muestra un botón: durante semanas, de manera airada y con tono de indignación, ante acusaciones del Senado norteamericano de que México era proveedor de fentanilo para el mercado estadounidense, López lo negó y acusó a China, y hasta le mandó una carta al Presidente Chino, Xi Jinping.
Así estuvo negando la existencia de laboratorios en México (casi todos en el Triángulo Dorado), insistiendo que la epidemia de opioides sintéticos que ha matado a casi cien mil norteamericanos anualmente no era culpa de México. Contrasten esta postura con la asumida ANTIER ante la enviada del Presidente norteamericano, Joe Biden, Elizabeth Sherwood-Randall, su asesora especial en materia de seguridad interna.
Dócil, sumisito, tras una reunión de tres horas, quien negaba que México tuviera algo que ver con la introducción de fentanilo a Estados Unidos FIRMÓ con el Gobierno de Biden un COMPROMISO para frenar su fabricación y exportación desde nuestro País.
Como estos ejemplos citados hoy brevemente, existe un sinnúmero de similares exhibiendo la condición de López de ejercer una “política de veleta”, completamente variable, inclinada hacia donde el viento sopla, desconectada completamente de la realidad que vivimos cotidianamente.
Un día dice López una cosa y al día siguiente dice otra que la contradice, para todo tiene sus “otros datos” y jamás acepta errores o corrige el rumbo.
Afirma este Señor que en su Gobierno no hay corrupción, sin embargo LA HAY. ¡Ahí está Segalmex como prueba! Vemos en ciernes otro premio: el Mario Moreno “Cantinflas” por la mejor imitación.