Si acaso se trata de una casualidad, pues resulta muy requetecanija y difícil de explicar.

Nos referimos al asesinato de una operadora de la corcholata Adán Augusto López, la muerte de un contratista amigo y patrociandor de su campaña (y de la de Rocío Nahle, de la SENER, a la Gubernatura de Veracruz) que causalmente era contratista de PEMEX, éste en un rarísimo accidente aéreo, y una tercera “casualidad”, está el artero asesinato del operador de Marcelo Ebrard en Guerrero y de un chofer que atestiguó el asesinato.

Algo muy raro está pasando en este País, según afirmó el Emperador de Macuspana ya está su dictadura controlando la violencia. ¿Y atacan impunemente a los equipos de sus corcholatas de Morena? Extrañaría que no extrañe que sucedan cosas como éstas.

Primero, en Poza Rica, el 25 de julio, Zayma Zoraya Zamora, coordinadora de logística del candidato AAL fue interceptada y asesinada a balazos por sicarios, cuando se encontraba cerca de su negocio y fue interceptada en su camioneta.

Muy parecido al crimen en Guerrero de José Guadalupe Fuentes Brito, quien junto con su hijo fue asesinado en Chilpancingo, interceptado en la carretera por sicarios y balaceado (de pasada hirieron a su esposa). Posteriormente un chofer, quien presenció el crimen, fue también asesinado.

Fuentes Brito era operador y empresario patrocinador de la corcholata Marcelo Ebrard.

Por si fuese poco, el viernes por la noche un contratista de PEMEX, Daniel Flores Nava, patrocinador de las precampañas de Nahle, Secretaria de la Sener, y del citado AAL, muere al caer al norte del puerto de Veracruz un minuto después de despegar. Las tres personas a bordo del Jet Ejecutivo bimotor Cessna Citation VII perdieron la vida.

Digan lo que digan las versiones, los aviones, sobre todo un Jet Bimotor moderno simplemente no “se caen”, y menos despegando sobre el mar, sin obstáculos que librar y sin que las autoridades informen si los pilotos declararon emergencia o acaso reportaron alguna falla en la aeronave.

Toda pérdida de vida humana es lamentable, de manera que respetamos el dolor de los deudos.

Lástima que se haya requerido un accidente aéreo para poner de manifiesto que este régimen, que dice “ser diferente”, ha resultado igual que los demás. Esto en el sentido de que los políticos que aspiran a cargos públicos tienen sus mecenas, a quienes recompensan por su “amistad” con contratos para sus empresas. ¿No resulta un obvio conflicto de interés?

Estos cuates que hablan de “transformación” ¿a qué transformación se refieren? ¿A la de que cada sexenio cambia el grupo afortunado de amigos que reciben el quid pro quo? “Transforman” la lista de contratistas y nuevos ricos generados a la sombra del Gobierno. ¡Entonces, sí que son “diferentes”!

Pero volvamos a la lista de asesinados, ejecutados, balaceados en plena calle, a plena luz del día, sin que haya UN SOLO DETENIDO.

¿Por qué fueron asesinados? ¿Acaso es para intimidar a Ebrard y Adán Augusto López? Y si hay algo de esto, ¿cuál es la causa de esta intimidación? ¿Quién los quiere intimidar? ¿Serán grupos delictivos que apoyan a otra corcholata, o que simplemente quieren atemorizar a los precandidatos haciéndoles ver qué les puede pasar si afectan sus nefastos negocios? ¿O acaso grupos políticos que perciben que con la llegada de AAL o ME sus nefastos negocios se verán afectados?

Cabe la posibilidad, por supuesto, de que si acaso hay en todo esto un “mensaje” que éste sea dirigido al “destapador”, para advertirlo de que no coopere con las autoridades norteamericanas en su interés de “apretar” el tráfico de fentanilo de México hacia Estados Unidos.

Muchas otras interrogantes surgen, siendo la mayor conocer qué versión de los hechos y de los motivos de los crímenes será proporcionada por “la autoridad” a la opinión pública nacional.

Igualmente interesante será el saber si el “avionazo” del patrocinador/contratista de Nahle y AAL será investigado por expertos, si se darán a conocer las grabaciones de la comunicación de la nave con la Torre de Control y o el Centro de Control Aéreo y si investigadores creíbles proporcionarán las causas exactas del avionazo que mató a tres y cercenó una fuente de “apoyo” material a las dos campañas mencionadas.

Las implicaciones que se derivan de todo lo anterior son como para hacer sonar fuerte la señal de alerta: campañas pacíficas parece que no habrá.

 

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