Vaya ruido que han causado los libros de texto gratuitos con lo que pretende adoctrinar la 4aT.
En lo personal, nunca me han gustado, aunque por mi edad no los sufrí; lo que sí sé, es que con el modelo educativo que hoy tenemos somos un país de tercer mundo y opino, lo seguiremos siendo en tanto se privilegien los sindicatos magisteriales sobre el interés público de una buena educación; todo ello al margen de los libros de texto gratuitos y es que en materia educativa, como los cangrejos, vamos para atrás y la clave, vuelvo a insistir, está en la escasa calidad, pobre preparación y falta de compromiso de los maestros, lo sé, salvo honrosas excepciones; la prueba está en que muchos autodidactas, es decir, personas que se educaron solas, tienen éxito en la vida aun sin tener un título académico y entre ellos destaco a quién ha sido mi ídolo en aportaciones tecnológicas, Steve Jobs (qpd), que sin título universitario fundó, refundo e impulso a APPLE, la compañía de celulares y computadoras más exitosa el mundo… Y añadiría, con la que se hizo millonario en dólares y obtuvo reconocimiento mundial, insisto, sin tener título universitario.
Dicho lo anterior, estoy convencido y lo platico con mis hijos, que los estudios universitarios son una decisión personal, son buenos, pero no indispensables para tener éxito en la vida y tener una buena vida. En otras palabras, que contrario al interés de la mayoría de padres de familia, no es mi objetivo ni convierto en obligación familiar el que mis hijos tengan un título universitario, como tampoco es de mi interés que sean poderosos o muy ricos; mi aspiración como padre, es simplemente que sean felices.
Ahora bien, volviendo al modelo educativo, estoy a favor de la libertad de los padres en decidir qué tipo de educación se le da a sus hijos, lo que no fue consultado por los gurúes de la 4aT que se dedicaron a escribir los textos gratuitos con las patas y con el ulterior interés de agradar al patrón y a la muy culta Señora del patrón, lo que, como la “H” es muda, desde mi óptica son ingaderas y es inaceptable, como es inaceptable que sin la aprobación de los padres se enseñen conceptos religiosos y dogmáticos; y dado que soy libre pensador, opinaría que esos temas deberían ser asunto familiar y enseñarse en la casa de cada quién, por lo que estoy muy de acuerdo en que la educación sea laica.
Una vez expresada mi opinión respecto a las libertades, diría yo que somos tercermundistas porque el modelo educativo mexicano está alineado con intereses económicos y en lugar de formar o educar ciudadanos que nutran a la república y se desarrollen integralmente y sean emprendedores, capacitamos para tener mano de obra y técnicos que apoyen al sector empresarial y productivo, lo que de entrada limita el desarrollo integral de las personas y nos condicionan a valores e intereses que no tienen como objetivo la plenitud de las personas y su felicidad.
Visto así, respetuosamente comparto que es mi idea que debemos construir un modelo educativo sin calificaciones y sin certificados, títulos o diplomas, un modelo en donde el incentivo de estudiar sea el conocimiento, los saberes, el aprender y no el título o certificado (pocas veces respaldado por conocimientos) que para nada sirven, modelo que pondría énfasis en desarrollar las competencias que en este mundo cambiante necesitamos todos para sobrevivir y salir adelante. Una forma de entender esto, sería bueno revisar los modelos educativos de los antiguos y de las primeras tribus, así como la de los pueblos, sin duda más humanistas, de lo indígenas de américa (chichimecas, apaches, incas, etc.), para volver a nuestras humanas raíces, antes de que fuéramos secuestrados por este modelo neoliberal orientado al consumo al infinito en un planeta redondo, lo que es una soberana estupidez… ¡Así de sencillo!
Un saludo, una reflexión.
Escritor y soñador