Me asombra que haya personas que no estén interesadas en lo que acontece en México. Ante los horribles sucesos que han impactado fuertemente a la ciudadanía recientemente, hay gente que responde: “Yo por eso no veo noticias”. Si alguien quiere comentar los terribles acontecimientos dice: “No estoy enterada/o ni quiero saber”.
Entiendo que es mejor hablar de cosas lindas y agradables, pero hay que salir de vez en cuando de la burbuja, y ahora con más frecuencia antes de que ésta se desinfle abruptamente y encuentres una realidad difícil de arreglar. Quizá si seguimos sin interés y apatía, despertaremos pronto en otro país en el que las aspiraciones se vean truncadas y el odio y resentimiento hayan triunfado, dejando a un México mediocre y dividido.
Grupos que están a disgusto con este gobierno se quejan de los elevados precios al comprar alimentos, de la escasez de medicamentos, del aeropuerto Felipe Ángeles, y sobre todo de la inseguridad, por citar algunos ejemplos. Pero no se inscribieron en el Frente Amplio por México para poder votar por una buena candidata con posibilidades de enfrentar a Morena. No sabían, les dio flojera inscribirse, o no les gustó ningún aspirante. Y como el proceso no era muy fácil para quienes no son diestros para lo digital, dicho registro se complicaba.
También me he topado con personas de fe que confían en que el rezo y un milagro salvarán a México. Pero bien lo dice el dicho: A Dios rezando y con el mazo dando. Lo cierto es que hay descontento con este gobierno pero no hay suficiente voluntad de acción para enfrentarlo.
Así las cosas, la aspirante a candidata de oposición que goza de popularidad llenando foros, la que la ciudadanía prefiere, la tenía complicada con un PAN dividido con dos aspirantes. Hizo bien Santiago Creel en bajarse de la contienda y apoyar a su compañera Xóchitl que por sus resultados es obvio que tiene mayor oportunidad de ganar en el Frente Amplio y de competir contra Morena.
Xóchitl es quien tiene más aceptación con el pueblo, quien entusiasma más a ir a votar, quien puede devolver algo de credibilidad a la clase política, y quien tiene más posibilidades de ganar. El PRI está activando a su partido a votar por su candidata Beatriz Paredes. Es una gran mujer, muy buena oradora y con gran experiencia política. Pero no es afín a la ciudadanía que considera que ya no es su tiempo y está marcada por un partido lleno de vicios. A diferencia de Xóchitl que tiene una imagen fresca, llena de energía, que conecta y empatiza con la gente.
La organización ciudadana se encuentra aún débil, confusa y desunida. No se ha entendido bien el funcionamiento del Frente. Hay emoción pero no acción. En el encuentro ciudadano con Xóchitl en Guanajuato, el público gritaba “Sálvanos, Xóchitl”, pero no podrá hacerlo sin un apoyo ciudadano real.