Si gana Javier Milei la elección en Argentina, habrá un cambio radical en el rico país sudamericano. Hay tres contendientes principales con los siguientes porcentajes en las encuestas: Javier Milei (34 %) por el grupo “La Libertad Avanza”; Sergio Massa (29 %), por “La Unión por la Patria” y Patricia Bullrich de “Juntos por el Cambio” (25 %).
El candidato libertario, neoliberal y antisocialista, conquistó buena parte del electorado prometiendo un cambio en toda la estructura del gobierno. También ofrece convertir el dólar en la moneda oficial.
Después de la elección primaria llamada PASO (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias), la sorpresa del triunfo de Milei hizo que el peso se devaluara un 18 %, soplando a la inflación que llegó a 12 % en agosto. Sergio Massa, quien es ministro de Economía y candidato del kirchnerismo (peronismo), promueve ahora una devolución de IVA para la población más necesitada del país. En una compleja decisión administrativa, regresará dinero al consumidor. Ni con eso logra mover las encuestas.
Al ver la intención de voto para Milei, observamos que la mayoría de sus seguidores está entre los jóvenes, mientras que sus adversarios encuentran simpatizantes entre los jubilados y los de mayor edad. Tal vez los jóvenes, sobre todo los varones, no ven futuro después de años de crisis económica y los adultos mayores no desean que las pensiones y ayudas gubernamentales se terminen si hay cambio.
Milei tiene argumentos formidables para criticar la crisis de una nación que es rica: “Argentina produce en su campo lo suficiente para alimentar a 400 millones de personas, pero tiene la mitad de sus 46 millones de habitantes en la pobreza. Cierto, el país austral cuenta con una riqueza incomparable en recursos naturales pero su endeudamiento y la desconfianza de los ciudadanos en su gobierno, lo hace un país varado y sin esperanza. Tan sólo el riesgo país (lo que tiene que pagar de sobretasa por los préstamos) es de más del 20 % anual.
Como el banco central imprime dinero para el gobierno, que no completa con la recaudación, hay una carrera inflacionaria imparable. Pero eso es sólo una parte del escenario: Milei convenció a los jóvenes que su gobierno es un parásito que chupa la sangre a la población. Promete podarlo y muestra una motosierra en su campaña. Eso tiene con los pelos de punta a millones de funcionarios públicos, a sindicatos y a contratistas.
Milei es un tema para nuestro proceso electoral. En el Frente Amplio, encabezado por Xóchitl Gálvez, saben que pueden obtener el triunfo en 2024 si se combinan dos factores: una votación nutrida y la participación de los jóvenes que no han votado y los que no participaron en las pasadas elecciones.
Si las propuestas de Milei tienen un buen resultado en seis meses, las razones del neoliberalismo pesarán, no sólo sobre México sino también sobre toda Latinoamérica. Si su visión tropieza y crea caos en Argentina, será otro argumento más para Morena y su líder, el presidente López Obrador.
La elección es el 22 de octubre. Hay dos cosas probables: el triunfo de Milei y la necesidad de una segunda vuelta, como lo marca su constitución porque es difícil que un candidato alcance el 45 % de la votación y una ventaja de 10 % sobre el segundo lugar. A más tardar el 19 de noviembre tendremos una respuesta a la elección más interesante de Argentina en 30 años.
Gsz