La idea de transformar la alcaldía en un moderno Centro de Gobierno puede parecer un tema de mucho costo. Cambiar el Palacio Municipal a un nuevo lugar, a un conjunto de edificios modernos, funcionales y de alta productividad, tiene sentido.
No sólo es un conjunto de edificios modernos sino una alcaldía que sirva a los ciudadanos. La productividad de todas las funciones públicas pueden coincidir en un lugar cercano a los ciudadanos. León quedó atrás. Ahora puede avanzar si el ayuntamiento decide cambiar su sede. El terreno de 12 hectáreas sobre la avenida Morelos es ideal para un proyecto innovador.
Hace 23 años Roberto Plascencia Saldaña encabezó la transformación de lo que fuera el Instituto Lux en un Foro Cultural. El empresario, quien fuera uno de los líderes más importantes de la ciudad, tuvo la iniciativa para crear un lugar que hoy es orgullo de los leoneses. Lo mismo puede suceder si Alejandra Gutiérrez, con el apoyo del gobernador Diego Sinhue Rodríguez, se anima a modernizar las instalaciones de nuestro ayuntamiento.
Cualquier otro destino para esas 12 hectáreas bien ubicadas en dos arterias importantes de la ciudad (Avenida Morelos y Las Torres), sería pequeño frente a la oportunidad que representa un cambio radical a la sede de nuestro gobierno municipal.
Imaginemos por un momento un centro de gobierno moderno, adaptado a las necesidades de los ciudadanos y los funcionarios públicos. Un lugar que, por su arquitectura, inspire el destino de prosperidad de una metrópoli del Siglo XXI. Todo debe ser parte de un proyecto de alta productividad para León.
El nuevo Centro de Gobierno puede proyectarse como ejemplo de sustentabilidad ecológica, como lugar de aspiración y encuentro social. Hace siglo y medio los ciudadanos de León aprovecharon un viejo monasterio para construir lo que hoy es el Ayuntamiento. Ahora tenemos que soñar en una instalación que sirva a la comunidad como un mensajero del futuro.
El proyecto tiene que encargarse a los mejores despachos de arquitectos del país o del mundo porque su diseño debe mostrar las más altas aspiraciones de los leoneses. No quiere decir que se deba construir algo caro o suntuoso, sino funcional y bello. La productividad de los servidores públicos crecerá en medio de espacios modernos. Pero todo debe ser enfocado al servicio a los ciudadanos.
El actual Palacio Municipal puede convertirse en un edificio cultural, en un centro de capacitación o en un espacio de memoria histórica. También puede transformarse en un centro de educación para las nuevas generaciones de funcionarios públicos. Eso lo pueden decidir expertos. Lo que proponemos es solo un apunte para comenzar a trazar una y muchas ideas sobre lo que puede y debe hacer nuestro ayuntamiento para enfrentar el futuro.
Una gran ventaja del terreno que se compró para un estadio es su visibilidad y presencia. Pocos lugares tienen la facilidad de acceso y conveniencia como esas 12 hectáreas que hoy regresan al patrimonio del estado. Cualquier otro destino palidece frente a la oportunidad de convertirlo en el centro de gobierno de la ciudad más importante del estado.
La pelota está en manos del Ayuntamiento.