Las encuestas llegaron para quedarse. Como parte de este éxito nacional, nos enfrentamos a un objeto invisible, que no somos capaces de configurar en nuestra realidad mental.  En cambio, la duda, y la certeza, sí compiten a mano limpia, hasta que llega el momento final de la consulta, y nos confirma un resultado que puede dejarnos peor que como estábamos. 

Un elemento adicional, que hace increíble o sospechoso el pronóstico de las encuestas, es la rapidez con la que circulan, y con la que se modifican los resultados. Desde el punto de vista de los expertos, no hay magia en las mediciones profesionales, pero si falsas encuestas, o algunas poco certeras por el método elegido.

La “madre de todas las encuestas” para elegir al coordinador nacional de Morena, a la que me referí en columnas anteriores, ratificó una semana después, lo que había afirmado, Claudia Sheinbaum saldría triunfadora. Desde luego, la tendencia marcada era irreversible. No hay posibilidad –lo remarco- de modificar una secuencia de aceptación, o negación de aptitudes, conocimiento o popularidad de una semana para otra, y mucho menos de un día para otro. Las encuestas no hacen milagros, pero pueden ocultarlos por breve tiempo.

La campaña formal -interna- entre los 6 candidatos comenzó el 19 de junio, pero lo cierto es que desde el 2018, al ganar Morena la presidencia de la república, más de uno de los competidores actuales de Morena, ya traían su torta bajo el brazo. Ebrard, y Monreal, incluso fueron vinculados a la creación de los partidos Fuerza por México, y Redes Sociales Progresistas (RSP), que participaron en la elección federal y local del 2021, con recursos del Estado, esos partidos les permitió estructurar una base de apoyo para la elección del 24. Ninguno de esos 2 partidos obtuvo el 3% para su registro definitivo, de haber sido así, quizá hoy tendríamos otros resultados.

Bien, como usted recordará, en su momento señalé que la “encuesta de encuestas” realizada por la empresa Polls.mx promedió los resultados de 31 casas encuestadoras, y los porcentajes del 13 de agosto, fueron: Claudia Sheinbaum 37%; Marcelo Ebrard 27%; Adán Augusto López 14%; Gerardo Fernández Noroña 10%; Ricardo Monreal 5%; Manuel Velasco 3%. Hasta este momento, solo Ebrard cuestionaba los métodos de exposición pública de Sheinbaum, pero a pesar de ello, expresaba confianza en su triunfo.

Los expertos señalan que las fake polls son disfraces de información mediática que se usan para sembrar o desviar los datos reales de sus competidores. Pero eso se rompe cuando hay una tendencia muy notoria, como fue el caso de Claudia Sheinbaum. 

De 33 empresas encuestadoras, que realizaron mediciones en el curso de la campaña, y mostraron sus resultados, 28 le daban el triunfo a Sheinbaum, quiero destacarlas en 2 bloques, las cercanas al resultado de más a menos, y de menos a más, la razón porque esas serían quienes hicieron de manera profesional y objetiva su trabajo, y un tercer bloque, quienes fallaron con respecto a la cifra objetiva, y peor, con respecto al candidato vencedor.

Primer bloque: Enkoll (39.0%), GEA/ISA (39.0%), Masive Poll (39%), Reforma (37.0%), Territorial (36.4%), Covarrubias y Asociados (36.0%), Financiero (36.0%), Gobernarte (36.0%), Berumen (35.0%), Opinión Publica (34.8%), Poder 360 (34.8%). Electoralia (34.0%), MEXICO Elige (33.4%), Mitofsky (33.2%), Metrics MX (33.1%), SIMO (33.0%), Parametria (32.0%), Tresearch (31.9%), GANA (30.4%), Poligrama (29.8%), y Cripeso (23.8%) con una definición positiva, pero muy alejada de la cifra ideal.

Segundo Bloque: OTIA (40.0%), C&E (41.0%), Diario Basta! (43.0%), Demoscopia (43.7%), IMO (44.5%), MEBA (48.8%), y Fotométrica con un resultado positivo pero muy alejado del porcentaje triunfador, (51.2%), 

Tercer bloque, fueron porcentajes distintos del resultado final, lo cual hace su medición equivocada, y su metodología ineficaz. Las cifras de Arias Consultores le dieron el triunfo a Marcelo Ebrard, con (25%); igualmente, Encuestas MX con (28.8%), y Rubrum con (33.3%). Fue el mismo caso con la Encuestadora AZ2, quien proyectó un porcentaje ganador para Adán Augusto con (24.7%), seguramente estas empresas perderán muchos clientes.

Como usted sabe, para la encuesta definitiva y oficial, cada uno de los participantes tuvo derecho a proponer una casa encuestadora, serían 6 en el ejercicio final, pero la de Ebrard fue objetada por no cumplir el estándar acordado, y Monreal le cedió su propuesta; la del Verde se sostuvo a pesar de la impugnación de Ebrard por la posible asociación con la de Sheinbaum; Fernández Noroña no presentó casa encuestadora.  A decir del periódico El País, Sheinbaum propuso a Buendía&Marquez; Ebrard y Monreal a Mercai; Adán Augusto a Heliga Consultores, y Velasco a De las Heras.

Los resultados finales para cada uno de los encuestados de acuerdo con los datos de esas empresas, abiertos bajo estrictas medidas de confiabilidad, fueron (en porcentajes al 100%): por la casa encuestadora Mercai, Sheinbaum obtuvo 39.3%, Ebrard 25.9%, Adán11.7%, Noroña 10%, Velasco 7.3%, y Monreal 5.8%; por la Empresa De las Heras, Sheinbaum obtuvo 41.1%, Ebrard 26.4%, Adán 10.9%, Noroña 9.3%, Velasco 6.9%, y Monreal 5.4%; por la empresa Heliga Consultores, Sheinbaum obtuvo 40.5%, Ebrard  25%,  Adán Augusto 12.2%, Noroña 9.9%, Velasco 6.7%, y Monreal 5.7%; por la empresa Buendía & Márquez,  Sheinbaum obtuvo 36.6%, Ebrard 26.1%, Noroña 11.1%, Adán  11.1%, Velasco 8.6%, Monreal 5.9%.

Y el resultado definitivo, dictaminado por la Comisión de Encuestas de Morena, con los datos arrojados por las 4 empresas citadas fueron: para Claudia Sheinbaum 39.4%; para Marcelo Ebrard 25.6%; para Gerardo Fernández Noroña 12.2%; para Adán Augusto 10%; para Ricardo Monreal 6.5%, y finalmente para Manuel Velasco, fue el 6.3%. Como usted observará los resultados variaron por 2 puntos con respecto al pronóstico de la “encuesta de encuestas” de Polls.mx que formulé para advertir la tendencia ganadora.

El proceso en general, desde la convocatoria, la autopropuesta, la campaña, la encuesta, el conteo y el resultado final, ha sido muy creativo, entendido esto como una de las expresiones muy valoradas de la conducta humana. ¿Cree que exagero? Le comento, más allá de nuestras filias y fobias, Morena generó un método de elección democrática, como nunca en la historia, abierto, plural, porque no fue una elección del propio partido, sino abierta a los ciudadanos, con o sin partido –prefiero ese concepto legal-; rompió con el carácter tradicional y faraónico de una élite que encumbraba, por equis o por zeta, a uno de sus miembros, dejando de lado el interés del pueblo, o de la república.

Fueron 6 campañas, 6 candidatos, y lo más peligroso, se fraccionó en seis partes el movimiento, pero al mismo tiempo, fue lo que generó legitimidad y mayor provecho porque la unidad prevaleció, gracias a la cohesión ideológica, y política de sus candidatos. El caso de Ebrard, paradójicamente, los fortalece, porque exhibe aspectos a salvar, y a resolver en una perspectiva de competencia externa. 

Si algo explica el agrupamiento de los militantes en seis fracciones temporales, y su reunificación, es el origen de sus militantes y la evolución política, a casi 36 años de la creación del primer Frente Democrático. No todos son iguales, claro qué no lo son, pero todos, desde ese frente y ahora movimiento, aspiran y están comprometidos a un país con justicia, felicidad y bienestar. Eso los mantuvo unidos a pesar de las estrategias de posicionamiento mediático, y de sus métodos de comunicación y diálogo político que catapultó a unos, y hundió a otros.

La campaña sin lugar a duda nutrió a cada uno de los participantes con la historia, la cultura, los problemas sociales de antes, y los de ahora que están por resolver; movilizó en un espacio territorial, y en un mismo tiempo seis fuerzas populares que parecían dormidas, pero, sobre todo, las multiplicó. La intención, abrió posibilidades insospechadas y fortalezas de crecimiento ordenado y organizado, y al mismo tiempo de errores y debilidades que pueden convertirse en vicios políticos si se dejan crecer. Expuso fortalezas y debilidades, visiones y propósitos; puso a prueba los alcances de un discurso político de cara a un pueblo, y una opinión pública, que exige cambios y respuestas novedosas, pero efectivas.

La encuesta, al mismo tiempo que estableció candados de seguridad por la desconfianza tradicional en una competencia electoral, colocó la observación publica como una forma de generar certidumbre, y al mismo tiempo expectación, interés, y sobre todo politizó en el buen sentido, a la opinión ciudadana. 

Millones de ojos estuvieron puestos en la encuesta y en consecuencia en la elección, de tal manera que el conocimiento de quien será el próximo candidato a la presidencia de la república, a 8 meses de la elección, está resuelto, viene la maduración de un proyecto de nación que recogerá el sentir verdadero del pueblo mexicano y sus intereses. Qué, por cierto, se fue realizando en paralelo a la encuesta.

El mecanismo, igualmente creativo, de poner en manos externas el conteo de las preferencias de los ciudadanos no dejó dudas de su fiabilidad; un evento político muy complejo, de talla nacional, fue resuelto con sencillez y con certidumbre. Como todo proceso de elección, tiene un porcentaje de irregularidades, su resultado no es, ni será nunca ideal, pero al mismo tiempo expresa la legitimidad. Recuerde las elecciones presidenciales en tiempos del PRI, en que no había un solo voto de la oposición o alguna denuncia, eso no era sospechoso e irregular, sino una dictadura.

Finalmente, el seguimiento de decenas de empresas encuestadoras y medios de comunicación, a la preferencia o inclinación de la población de todo el país hacia uno de los candidatos de Morena, fue un acierto estratégico que puso a Claudia Sheinbaum en el centro de la atención nacional con una alta ventaja electoral para el futuro.

Esta etapa de auge del movimiento de regeneración nacional –morena- deberá darle posibilidades de cristalizar estructuras, en un tiempo no muy lejano, de gobierno interno y de toma de decisiones generosas, fraternas, eficientes y eficaces que respondan en tiempo y forma al interés más alto de la patria, el bienestar y la felicidad de todo el pueblo de México.

Revolcadero. Quizá me equivoqué, pero cito a mi abuela, que sabía más que mis fuentes filosóficas premarxisistas: ¿A dónde va Marcelo qué más valga?

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