El nombre de Mahatma Gandhi trasciende las fronteras de la raza, la religión y los Estados nación, y se ha convertido en la voz profética del siglo XXI. El mundo recuerda a Gandhi no solo por su vehemente adhesión a la no violencia y el humanismo como ideal supremo, sino también como figura de referencia para hombres y mujeres en la vida pública, el pensamiento político y el gobierno, y como símbolo de los anhelos y esperanzas de todos los habitantes del planeta.
El Día Internacional de la No-Violencia se conmemora el 2 de octubre, el mismo día que en nuestro país “no se olvida”; es también el aniversario del nacimiento de Mahatma Gandhi, en homenaje al líder del movimiento de la Independencia de la India y pionero de la filosofía de la no violencia. Citando las propias palabras del líder: “la no violencia es la mayor fuerza a disposición de la humanidad. Es más poderosa que el arma de destrucción más poderosa concebida por el ingenio del hombre”.
A nivel mundial, se debe empoderar a los jóvenes para que sean resilientes a la violencia y se conviertan en ciudadanos del mundo. Es necesario combatir las violaciones de derechos humanos, los conflictos entre países y la escalada de intolerancia. En un mundo globalmente conectado e interdependiente, la educación debe centrarse no sólo en el conocimiento cognitivo, sino que debe abarcar las habilidades de comunicación y crear pertenencia a la humanidad en su conjunto. La Educación para la Ciudadanía Global (ECM) fomenta estos valores.
En la India, la lucha por la libertad, encabezada por Mahatma Gandhi, se opuso al colonialismo y su violación de los derechos humanos a través del concepto único de Ahimsa o no violencia. Esto se implementó a través de Satyagraha: aferrarse a la verdad mediante una resistencia no violenta al mal, negándose a someterse al mal. La palabra a-hi?sa es no causar daño, también se conoce como no violencia y se aplica a todos los seres vivos, incluidos todos los animales, en las antiguas religiones indias.
Mohandas Karamchand Gandhi promovió con éxito el principio de Ahimsa en todas las esferas de la vida, en particular en la política. Su movimiento de resistencia no violenta fue revolucionario; Fue por primera vez que se utilizó la ahimsa como arma política para influir en los opresores. Tuvo un impacto inmenso en la India, impresionó a la opinión pública en los países occidentales e influyó en varios líderes del siglo XX de diversos movimientos de derechos civiles y políticos, como Nelson Mandela y Martin Luther King, Jr. del movimiento estadounidense de derechos civiles.
Uno de los desafíos que enfrenta el mundo hoy es el de transformar la omnipresencia de la violencia en todas sus formas en una cultura de paz; una paz que vaya más allá de la mera ausencia de guerra, para incluir vivir con justicia y compasión, derechos humanos y responsabilidades y celebración de la diversidad. La estrategia pacífica, poco convencional y no violenta de Gandhi para lograr la independencia de la India del colonialismo británico, y su trabajo más allá de la independencia. Gandhi afirmó una vez: “Es imposible ser internacionalista sin ser nacionalista. No es el nacionalismo lo que es malo, sino la estrechez, el egoísmo y el exclusivismo lo que es malo”.
Se consideraba un ciudadano del mundo. Gandhi escribió: “Aprendí de mi madre, analfabeta pero sabia, que todos los derechos que merecemos y preservamos provienen del deber bien hecho. Por lo tanto, el derecho mismo a vivir nos corresponde sólo cuando cumplimos con el deber de ciudadanía del mundo. A partir de esta afirmación fundamental, tal vez sea bastante fácil definir los deberes del hombre y de la mujer y correlacionar cada derecho con algún deber correspondiente que debe cumplirse primero”.
La Educación Ciudadanía Mundial es un enfoque emergente de la educación que se centra en el desarrollo de conocimientos, habilidades, valores y actitudes de los alumnos con miras a su participación activa en el desarrollo pacífico y sostenible de sus sociedades trata de inculcar el respeto por los derechos humanos, la justicia social, la igualdad de género y la sostenibilidad ambiental, que son valores fundamentales que ayudan a elevar las defensas de la paz contra el extremismo violento.
Gandhi dijo: “Creo que, si un ser humano gana espiritualmente, el mundo entero gana con él y, si un hombre cae, el mundo entero cae en esa medida”. Reconoció la interdependencia de la humanidad y la necesidad de identificarse con toda la humanidad.
Todo esto es muy importante para aprender una vida en no-violencia, sobre todo en este momento en que muchos países están invirtiendo mucho dinero en aviones y armamento de guerra y muy poco para educar para la paz. No podemos dejar de hacer esfuerzo y consciencia para vivir nuestra propia paz.
¡Por la Construcción de una Cultura de Paz!
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