Es una idea socialista que tener utilidades es un vicio; yo pienso que el vicio real es tener pérdidas”.

Winston Churchill

 

Un molesto Octavio Romero Oropeza despotricó este 9 de octubre contra los críticos de Pemex ante la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados. “No solamente nosotros no endeudamos a Pemex -dijo–, lo hemos desendeudado, y quienes critican a Pemex como la empresa más endeudada del mundo se deberían de estar mordiendo la lengua”.

Quizá este ingeniero agrónomo sin experiencia previa en la industria petrolera es quien debiera morderse la lengua. Pemex es la petrolera más endeudada del mundo. El pasado 20 de julio la agencia Bloomberg reflexionaba que “la creciente deuda de la empresa, la mayor en la industria, con 107,400 millones de dólares, está repercutiendo en la economía mexicana”.

El “endeudamiento financiero” de Pemex, contratado con instituciones financieras, ha disminuido, pero no porque la empresa haya utilizado su flujo para pagar deuda, sino porque ha recibido subsidios. Se han disparado, en cambio, sus pasivos con los proveedores. Según Bloomberg, estos han pasado de 6,200 millones de dólares en el primer trimestre de 2019 a 14,900 millones en 2023. De hecho, han generado un mercado negro en que algunos coyotes cobran a los proveedores para que Pemex les pague. El propio Romero ha notificado al secretario de hacienda, Rogelio Ramírez de la O, que Hokchi Energy ha iniciado “un proceso de resolución de controversias por la falta de pagos” por 188 millones de dólares, más pagos de intereses y costos financieros, mientras que Baker Hughes, involucrada en la casa gris de José Ramón Beltrán, hijo del presidente, también ha demandado a Pemex. “Se hace indispensable una reunión urgente con usted y su equipo para revisar este y los demás requerimientos en oficios anteriores, toda vez que la situación se complica día con día”, pidió Romero.

El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) apunta que Pemex registraba una deuda financiera de 1.9 billones de pesos el 30 de junio de 2023, 12.7% menos que en la misma fecha de 2022, pero el saldo con contratistas y proveedores se elevaba a 231 mil millones de pesos. El IMCO apunta también que el gobierno federal ha entregado a Pemex 1.32 billones de pesos desde 2019. Ante este subsidio enorme no sorprende que la deuda haya bajado, sino que lo haya hecho tan poco. 

Reddintelligence.com, un servicio especializado, apunta que la “deuda total” de Pemex, “incluyendo arrendamientos y derivados, alcanzó los 114 mil millones de dólares en el segundo trimestre de 2023, un aumento de 3 por ciento año-con-año en dólares”. Pero además es más costosa. Los pagos por intereses subieron “31.2%. año-con-año en la primera mitad de 2023, a 4,170 millones de dólares, alcanzando un récord de todos los tiempos en los últimos 12 meses con 9,060 millones de dólares”.

Pemex ha logrado buenos resultados en Deer Park, pero el sistema de refinación nacional es un desastre y Dos Bocas, cuyo costo oculta el gobierno, no ha empezado a refinar pese a haber sido “inaugurada” el 2 de julio de 2022. La producción de gasolinas y diésel en la primera mitad de 2023 fue 2.4% menor que en el mismo período de 2022. Pemex Transformación Industrial, que produce y vende gasolinas y petroquímicos, perdió entre 2019 y 2022 la estratosférica suma de 692,028 millones de pesos.

No son los especialistas quienes deberían morderse la lengua, Si Romero entendiera un poco más la operación de la empresa, debería estar más preocupado que ellos.

 

Ataques

 

El gobierno sigue atacando a la presidenta de la Corte. Ayer publicó: “Se exhorta a la presidenta de la SCJN, Norma Piña, a que no retrase la impartición de justicia. Desde el 5 de septiembre debió ordenar la remisión del expediente sobre la controversia del gobierno de Coahuila por la distribución de los libros de texto gratuitos en la entidad”. Pero esta responsabilidad no le toca a la presidenta, ni se puede mandar un expediente sin terminar el engrose. 

 

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