Nuestra movilidad ha cambiado drásticamente en León (movilidad es esa capacidad de libre tránsito que tenemos las personas de acuerdo a las necesidades de nuestra vida y solo con la restricción de la infraestructura, diseño urbano, territorio, tecnologías, costos, etc.).
Somos una ciudad que marcó una pauta en la estrategia nacional de movilidad al crear por primera vez en México, un sistema multimodal que conocemos como “las orugas” y que ahora utilizan otras ciudades como Puebla y Ciudad de México. De la misma manera, hemos sido líderes en la movilidad de ciudadanos que usan bicicletas, pues la densidad de ciclovías nos ubica como una de las 3 ciudades que más facilitan el traslado con este medio.
León fue un “pueblo bicicletero” por la enorme densidad de bicicletas, pero con el crecimiento urbano, las distancias y la evolución económica, muchos ciudadanos buscaron migrar a otro medio más rápido y económico al no alcanzar a adquirir un coche. Las motos tienen un incremento enorme.
El modo de transporte se puede medir por el número de viajes diarios, pues el número de coches, bicicletas, motos, etc., no siempre refleja el uso (podemos tener coches sin mover, por ejemplo). La bicicleta se ubica entre el 5% y el 7% del total de viajes, en tanto que el taxi anda entre el 2% y el 3% considerado ya el boom de los transportes ejecutivo y de plataforma. El transporte público oscila entre el 35% y 40% y el automóvil es el de mayor uso, pues los viajes están entre el 50% y el 60%. En este cálculo, las motocicletas han subido del 3% que tenían, para oscilar ya entre el 5% y el 7%.
Las motocicletas tienden a crecer más en número y viajes. Son un medio práctico, económico, rápido, pero también de enorme riesgo. Los medios terrestres tienen una alta probabilidad de siniestros, obtenido esto por la estadística; por ello, viajar en motocicleta tiene el mayor riesgo en el País. Los datos de las áreas municipales de Tránsito y de Transporte nos ayudan a corroborar esta realidad. Los motociclistas tienen como principales motivos: trabajo, motivos familiares, traslado de mercancías e incluso traslado a la escuela.
El incremento de la motocicleta seguirá, pues las clases medias bajas lo requieren. Tienen un costo promedio de 20-30 mil pesos y bajos gastos de combustible y mantenimiento, por lo que tendremos cada vez más probabilidad de encontrarnos con una de ellas en la calle. Visto como segmentos de mercado, tenemos tres: motociclistas que sustituyeron la bici por moto, motos que se usan para trabajo de reparto de mercancías y motos deportivas que se usan por clases medias como diversión. Su porcentaje en León está en: 60, 30 y 10%.
Pero los accidentes, aun con el derecho a la movilidad que tienen los motociclistas, siguen en aumento, y por ello reglamentos como el de la Ciudad de México se han endurecido en requisitos. Solo el 10% de los motociclistas han manejado automóvil y por tanto su cultura vial es muy reducida, desconocen que los coches y autobuses tienen “puntos ciegos” donde no los vemos. Además, un porcentaje alto de los motociclistas reconoce que su principal ventaja es la velocidad pues puede invadir todos los carriles y rebasar a los coches. Los automovilistas no tenemos siempre la total capacidad de convivir con las motos en las calles de una ciudad. Tenemos “puntos ciegos” donde estas no se ven y cuando cambian de carril, suben de velocidad o se meten abruptamente en glorietas, los siniestros aparecen con consecuencias siempre fatales.
La cultura vial tendrá que fomentarse entre los conductores, así como las medidas de protección y prohibir que sea utilizado como vehículo familiar transportando niños y bebés. El uso de carreteras en fines de semana es también otro punto de alto riesgo por la incompatibilidad con el uso vehicular.
Tenemos hoy más de 150,000 motos en León y tendremos que aprender a reglamentar y a respetar, para evitar que se incrementen los números de siniestros, pues tendremos motos para siempre. Nos hemos convertido ya en un “pueblo motociclero”.