Morenistas acusaron a la representante del Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez, de politizar la desgracia de Acapulco donde los estragos del huracán Otis dejaron sin agua, luz e incomunicado al municipio. Ante la inacción del presidente y desconcierto de la ciudadanía que quería apoyar a la gente damnificada, Xóchitl invitó a colaborar enunciando la problemática esencial que se requería para solventar la situación concentrándose en 4 puntos estratégicos como prioridad: 1.Restablecer el suministro de energía eléctrica 2. Asegurar el abasto de agua potable para todos y restablecer el sistema de pozos municipales 3. Reconectar las cadenas de abasto de alimentos y artículos de primera necesidad, y proteger a la Cruz Roja para que instale comedores y centros de distribución de víveres 4. Activar un plan de salud para atender y prevenir enfermedades. El vacío de autoridad y de dirección del presidente resaltó en los momentos críticos.

     ¿Qué falta? Preguntaba Xóchitl al presidente ¿Médicos? ¿Enfermeras? Díganos, sólo con estas acciones inmediatas podrá evitarse una tragedia mayor, agregaba. Para luego finalizar con una frase esperanzadora: “Estoy segura que vamos a levantarnos y saldremos de esto, somos muchos los que queremos ayudar”. 

       Con sencillez y al grano, la senadora Gálvez aportó soluciones, infundió esperanza y unió a la ciudadanía en solidaridad. En cambio ¿Qué hizo el primer mandatario? Protagonizar una visita mal planeada a Acapulco quedando atascado su vehículo en el lodo. Buscar pretextos para minimizar la tragedia comparando el número de muertos que ocasionó el Huracán Otis con los del Huracán Katrina que azotó Nueva Orleans, desviando así el enfoque de los graves padecimientos de los pobladores afectados de Guerrero. Atacar a los medios de comunicación. Provocar caos y desconfianza ante la falta de claridad e información en la organización de los centros de acopio y repartición de mercancías, tras el reporte de que autoridades militares  serían las únicas que repartirían ayuda humanitaria menospreciando a sociedad civil y apoyo ciudadano. Esta pésima decisión de AMLO impidió que llegaran a tiempo muchos donativos. 

Larry Rubin, presidente de la American Society, declaró que los apoyos de organizaciones de la sociedad civil de Estados Unidos a los afectados por el huracán Otis no estaban fluyendo debido a que el Gobierno mexicano no permitía la entrega directa. Ante la negativa de repartir directamente los donativos, el abogado Miguel Carbonell anunció que el Juzgado 17 de Distrito en la CDMX dictó una suspensión para que la parte quejosa pudiera entrar a Acapulco y entregar ayuda humanitaria, sin que se le impidiera el paso. Expediente 1858/2023.

     Es reconocido que los proyectos del presidente como el Tren Maya y la Refinería Dos Bocas, no se han terminado en el plazo que había anunciado el mandatario, y que además el presupuesto se ha elevado considerablemente. Ahora el presidente anuncia que Acapulco estará listo para Navidad cuando ni siquiera tiene claro cuánto costaría reconstruirlo. Su habilidad para engañar y dar atole con el dedo a sus seguidores es impactante.

      El estilo de gobernar ofensivo, que emana resentimiento y busca castigar supuestas actitudes de corrupción sin pruebas, ha sido una constante en este gobierno que sólo coarta la participación ciudadana.

  

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