Si quieres hacer algo bueno para el cerebro, enciende un reproductor de música y canta algunas canciones. Mejor aún, canta y baila al mismo tiempo.

La música activa muchas regiones, incluidas las asociadas con la emoción y la memoria. “La música que se tocó en tu boda o en un servicio religioso, o incluso en un concierto o en una fiesta a la que fuiste, se preserva para las vías neuronales que conectan esa melodía con sentimientos muy positivos”.

Parece un ejercicio simple, pero en realidad es todo un entrenamiento para el cerebro. Esto sucede porque la música estimula muchas áreas cerebrales, como las que son responsables de la memoria, el movimiento y el estado de ánimo, La música incluso estimula la actividad de diversas áreas cerebrales al mismo tiempo.

Toda esa activación cerebral produce importantes beneficios para la salud. Los investigadores han revelado que la música puede mejorar el sueño y la memoria, además de aliviar el estrés y estimular aptitudes de pensamiento, todo lo cual nos ayuda a conservar la salud del cerebro con el paso de los años.

Cuando la música llega a los oídos, las ondas sonoras se convierten en impulsos nerviosos que viajan a varias áreas del cerebro, incluso las que liberan dopamina, un neurotransmisor que interviene en la regulación del placer. En otras palabras, escuchar música “te hace sentir mejor”, cuando se trata de los beneficios que brinda para levantar el ánimo, ningún tipo de música es mejor que otro. Todo depende de las preferencias personales, ya sea Mozart o Madonna.

“La música hace que todo lo que sabemos acerca del mejoramiento del cerebro sea más fácil. Hace que la medicina tenga un mejor sabor”. La música promueve las interacciones sociales, otro beneficio para el cerebro. Cuando los adultos cantan o interpretan juntos, sienten menos soledad y tienen una mejor calidad de vida en comparación con los adultos que no crean música con los demás. 

Además de levantar el estado de ánimo, la música promueve el movimiento, que es otro componente clave de la salud cerebral. Investigaciones recientes revelan que una de las mejores maneras de proteger la salud cerebral a medida que pasan los años es adoptar un estilo de vida con hábitos más saludables que incluyen la actividad física frecuente. Y la música puede ser una manera placentera de lograr hacer ejercicio. La música puede hacer que parezca más fácil ejercitarte y ayudar a acelerar la recuperación después de un ejercicio intenso, 

Los expertos están aprovechando el poder de la música para ayudar a los adultos a recuperarse de enfermedades y lesiones cerebrales y aliviar los síntomas que causan.

El 22 de noviembre (día de Santa Cecilia) se celebra el Día Internacional de la Música, como una fecha dedicada a todos los músicos y amantes de la música. Esta fecha también se conoce como Día Internacional del Músico fecha para rendir homenaje al arte de la música. ¿Y a quién no le gusta la música? Es prácticamente imposible encontrar a un ser humano que no disfrute con la música. Otra cosa diferente es el estilo de música. Pero en general a todos nos agrada. Y el motivo no es otro que el hecho de que lo llevamos en los genes.

Así que ya sea rock, clásica, country, jazz, pop, seguro que te resulta agradable escuchar una melodía bonita. Por ello, se celebra este Día Internacional del Músico o Día Internacional de la Música.

Muchos adultos que sufren un derrame cerebral pierden la facultad del habla. Sin embargo, con frecuencia todavía pueden cantar, y los musicoterapeutas pueden ayudar a los sobrevivientes de un derrame cerebral a recuperar el habla por medio del canto. De modo similar, muchos adultos que padecen la enfermedad de Parkinson batallan para caminar, pero la música y el baile pueden fortalecer el movimiento y mejorar la marcha.

Con los adultos mayores que padecen demencia, los cuidadores y los terapeutas usan música para evocar recuerdos. Por ejemplo, una canción de la infancia puede ayudar a un paciente a recordar personas y lugares de ese momento de su vida. La música también se puede utilizar para tratar la agitación que produce la demencia, “que puede manifestarse en agresividad, deambulación, desasosiego y otras conductas inadecuadas”.

Por supuesto que, tocar un instrumento también es bueno para el cerebro, porque requiere el uso de muchas aptitudes cognitivas, como la atención y la memoria. “Pero no todos pueden hacerlo. “Y no quiero que nadie se sienta mal por no aprender a tocar el violín a los 75 años”. En cambio, se trata de hacerle un lugarcito a la música en tu vida de una forma más general. ¡A escuchar, cantar y bailar al son de la música!

 

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