La FIL es un vocero de libertad. Los libros crean diálogo”.
Gianni Vinciguerra
Una de las ventajas de un foro abierto a las ideas, como la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, es que se ventilan temas importantes con libertad. El sábado 25 de noviembre, en el Seminario de la Suprema Corte, tres ministros señalaron su convicción de que los jueces, magistrados y ministros no deben ser electos por voto popular. No sorprendió que Alberto Pérez Dayán y Margarita Ríos Farjat lo dijeran, pero sí Loretta Ortiz Ahlf, muy cercana al presidente López Obrador.
La ministra Ortiz explicó su posición con una anécdota. En un foro con juzgadores en Texas, estado en el que los jueces locales son electos, había uno que decretó la pena de muerte contra un mexicano pese a que había pruebas de su inocencia: “En ese momento le pregunté, ‘¿por qué emitió esa sentencia? Y lo dijo clarito: ‘Es que esto me dio más popularidad, me dio la oportunidad de ascender en mi carrera judicial’, y eso es lo que no podemos permitir”.
La ministra Ortiz tiene una trayectoria importante en el campo de los derechos humanos. La anécdota es señal de que su posición no la ha tomado a la ligera. Hay una reflexión detrás que pudo sacar a la luz en un foro en el que hablaba con libertad.
El presidente reaccionó con su mofa habitual a estas declaraciones: “Si a esas vamos, no se podría elegir al presidente de México porque se requiere un perfil especial. Llevaría a que fuese electo por una especie de consejo de sabiondos, jejejé”. Al parecer el mandatario no sabe que en la enorme mayoría de los países democráticos el ejecutivo y los legisladores son electos por voto popular, pero no los jueces o magistrados. La razón es la misma que señaló la ministra Ortiz: los jueces no deben basar sus fallos en consideraciones políticas.
López Obrador reanudó ayer sus ataques contra la FIL: “Es una especie de cónclave de derecha. Tiene una tendencia conservadora. Yo por eso no voy”. El presidente siempre cita la presencia de Mario Vargas Llosa como confirmación de esta tendencia, pero quienquiera que haya ido a la feria sabe que la afirmación es falsa. Para empezar, Vargas Llosa no está aquí hoy, ni acude todos los años. A la feria han asistido a través de las décadas escritores de izquierda tan notables como José Saramago, Carlos Monsiváis, Carlos Fuentes, Elena Poniatowska o Cuauhtémoc Cárdenas. De los 650 escritores presentes en esta 37ª edición me atrevo a decir que la mayoría son de izquierda, no por cuota ideológica, sino porque la mayor parte de los escritores del mundo se inclinan por esta posición. El problema de fondo es que el presidente critica lo que se niega a conocer. Dice que lo han invitado, pero nunca ha querido asistir. Con esto no demuestra que la FIL sea de derecha, sino que él es intolerante.
El seminario de la Corte fue importante porque se ventilaron con libertad temas de fondo para nuestro país. Con libertad también la poeta Coral Bracho habló en su discurso por el Premio FIL sobre la actual situación de nuestro mundo: “¿Cómo es posible que se sigan aceptando y fomentando las guerras? ¿Y cómo se siguen imponiendo y se siguen aceptando gobiernos que atentan contra la libertad y la vida de aquellos a quienes gobiernan?”. ¿Son ideas de izquierda o de derecha?, ¿de sabiondos? No, son las convicciones de una escritora que siempre ha sostenido que la poesía es un instrumento para “el desarrollo de una conciencia ética de la humanidad”.
Mal hace López Obrador al cerrarse a escuchar estas ideas. No debería olvidar que los “libros crean diálogo”, como me decía ayer Gianni Vinciguerra, director del Instituto Italiano de Cultura de México, y el diálogo es crucial para impulsar el progreso de la humanidad.
Pasajes
La nueva Mexicana de Aviación militar ha cancelado los vuelos prometidos para diciembre, pero compensará -en junio de 2024– a quienes compraron boletos. Mientras tanto, el nuevo Tren Maya militar venderá ya pasajes para sus corridas, que dicen se iniciarán en diciembre.
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