Omar García Harfuch reaccionó a mi columna de ayer. El hombre fuerte de Claudia Sheinbaum para temas de Seguridad, y una de sus personas de mayor confianza y más leales, escribió en X, antes Twitter: “En años de carrera he recibido alertamientos, amenazas, anónimos, etc. Esto nunca ha sido ni será un impedimento para servir a mi País. Decidí tomar vacaciones después de mucho tiempo y estar con mis seres queridos. Al regreso seguiré trabajando con Claudia Sheinbaum y Clara Brugada”. Y retuiteó el texto de las Historias de Reportero donde expuse que recibió una llamada de emergencia y tuvo que salir del país: el Centro Nacional de Inteligencia había detectado un comando del Cártel Jalisco Nueva Generación que quería matarlo.
Como imaginé que el exsecretario de Seguridad Ciudadana de la capital del país tendría la tentación de esconder su intempestiva salida con unas vacaciones -la temporada facilita el engaño-, la segunda frase de mi columna de ayer lo dejaba claro: “Fue mucho más que unas vacaciones largas o adelantadas”.
Tras la publicación de la columna y la respuesta de García Harfuch, se activaron más fuentes para confirmarme que estaba yo en lo correcto: Harfuch recibió amenazas con credibilidad inusualmente alta, al grado que después de notificarle a Claudia Sheinbaum, salió del país de inmediato, tomó un vuelo de la Ciudad de México a Europa —algunas fuentes dicen que a Frankfurt, Alemania, como puerta de entrada— y para evitar que se volviera un escándalo en la campaña presidencial morenista, argumentó que se iba de vacaciones.
De hecho, me informan que el primer impulso del exsecretario de Seguridad fue viajar a Estados Unidos, pero le dijeron que el Cártel Jalisco Nueva Generación tiene capacidad de orquestar un atentado en suelo americano. Por eso optó por Europa. Personas de su círculo más cercano me confirman que sus vacaciones estaban programadas para días después y las tuvo que adelantar por la alerta.
¿Por qué lo esconde? Porque si quien se presume es el hombre fuerte de Seguridad para la eventual presidencia de Sheinbaum tiene que salir del país por amenazas, cómo queda el resto de la ciudadanía, y cómo queda el discurso de López Obrador sobre seguridad, quien apenas ayer en la mañanera decía que la Ciudad de México es de las más seguras del mundo y que hay un montón de turistas extranjeros (el comando del CJNG fue detectado justo en la capital).
Es inequívoca la condena a las amenazas y ataques contra Omar García Harfuch. En junio de 2020, un comando del Cártel Jalisco Nueva Generación roció de balas la camioneta de Omar García Harfuch, acusándolo de trabajar para el cártel rival, cosa que fue firmemente negada por él. Desde entonces, quedó exhibido el desdén del presidente López hacia el laureado funcionario de Seguridad: nunca le habló, le escribió ni lo visitó en el hospital cuando se reponía de los tres balazos que le impactaron; siempre lo vio con desconfianza por su pasado “prianista” y lo terminó bajando a la fuerza de la candidatura de Morena a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.
Saciamorbos
Cómo estarán las cosas en Ciudad Gótica si Batman tiene que huir.
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