Tiempo de frío, de ponche y tamales, de recordar lo leído en este 2023 y esperar mejores libros para el 2024. No es posible enumerarlos todos, pero me gustaría comenzar con libros editados en nuestra región, pues la industria editorial se dinamizó este año con títulos muy interesantes de autoras locales, como Entraron sin permiso, de Sara Muñoz; Marca de agua, de Ana Paulina Calvillo; Mientras el león está enjaulado de Hany Kornhauser; o Letragrafías, coordinado por Camelia Rosío Moreno.

También, de escritores de la zona como Por el camino de la noche de Alejandro Montes Santamaría y Pedro Omar Rivera; Las necesidades de la carne de JJ Mason; Crónica de una casa de muñecas de Córvido Martínez. Y un trabajo autobiográfico que creo dará mucho de qué hablar el próximo año, Esquemas para fabricar una ventana de José Antonio Banda, comentado apenas la semana pasada. 

Además de literatura, me gustaría recordar relanzamientos importantes como Irapuato mi amor de Paco Ignacio Taibo II y Apuntes tradicionales de Irapuato de Genaro Acosta, cuyas ediciones originales databan de 1984 y 1909, respectivamente.

Algunos ejemplares llegaron de la mano de autores con quienes pudimos conversar en la XII Feria del Libro de Irapuato, en el 4to Festival Internacional de Literatura o bien en presentaciones individuales en la ciudad; por parte de la editorial independiente Nitro Press, Crepúsculo mecánico de Antonio Berumen; El don del diablo de Omar Delgado; Un acto de amor de Tania Tinajero; y El hijo del monitor de Rowena Bali.

Por otras editoriales, pasaron por aquí, Litio e Itinerario del abismo de Imanol Caneyada; Últimos días de mis padres de Mónica Lavín; Un corazón extraviado de María de Alva; y México, la novela de Pedro Ángel Palou.  

Salgo de nuevo de la novela para aquilatar algunos libros sobre historia, crónicas periodísticas o divulgación científica: de Mary Beard, el delicioso La risa en la antigua Roma y La civilización en la mirada; de Serge Gruzinski El águila y el dragón; El sentido del estilo de Steven Pinker; El arte de ser humanos de Rob Riemen; y Todo en su sitio de Oliver Sacks.

En el ámbito nacional:  A sus órdenes, mi general de Jesús Esquivel; Las 7 mafias chilangas compilado por Sandra Romandía; y el formidable trabajo de Samuel León Sáez, Huachicol el nuevo mercado criminal en México.

En nuestra región, destacaría: León en la piel recopilación histórica de Rodolfo Herrera; y 50 Historias sobre la inundación de Irapuato de 1973 compilado por el Archivo Histórico Municipal para conmemorar medio siglo del insuceso. 

No enumero los clásicos, que no fueron pocos, pero echo de menos particularmente al género poético, pues aparte de un par de libros ya mencionados, sólo podría añadir Poesía no completa de Wislawa Szymborska o el curiosísimo Palíndromos Juan David Giraldo. Así pues, cerraría esta enumeración con un propósito personal para el 2024: Leer y compartir con los lectores más (espero mucha más) poesía. Felices fiestas y un próspero año para todos. 

Comentarios a mi correo electrónico: panquevadas@gmail.com

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