¡Qué calor! Si ya de por sí el ambiente está lo que le sigue de caliente, al interior del PAN capitalino la cosa está que arde. Justo cuando Santiago Taboada más necesita un partido fuerte, en las filas albiazules hay deserciones, tironeos y temores.
Por un lado, la diputada local Ana Villagrán se fue del albiazul azotando la puerta y despotricando contra el líder capitalino, Andrés Atayde. Dijo que se fue por sus convicciones, pero en realidad fue porque no le dieron una candidatura. Y todo indica que, ¡sorpresa!, se unirá a Morena.
Se sabe que el reparto de candidaturas está dejando muchos damnificados, especialmente del PAN, que han perdido posiciones debido a los acuerdos de su dirigencia tanto con el PRI como con el PRD, cuya presencia en la CDMX es cada vez más escasa.
A eso se suma el intenso acoso judicial por el caso del cártel inmobiliario, que tiene a más de un panista con el Jesús en la boca y el amparo en el bolsillo.
Pareciera que si Santiago Taboada realmente quiere dar la sorpresa y rebasar por la derecha a la morenista Clara Brugada, antes tendrá que poner orden en casa.
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Cuentan que Tatiana Clouthier podría reaparecer en el primer plano de la escena política, ahora como candidata a la alcaldía de Monterrey. Según lo que se comenta en las tierras regias, el alto mando de Morena quiere que la “Tía Tatis” intente arrebatarle el municipio a Movimiento Ciudadano.
Y vaya que sería una contienda interesante, pues del otro lado estaría, ni más ni menos que Mariana Rodríguez, la popular influencer que entre otras muchas cosas es esposa del gobernador Samuel García.
Ambas buscarían ocupar el lugar que deja Luis Donaldo Colosio Riojas, quien pese a tener prácticamente asegurada la reelección, optó por irse a buscar un escaño naranja en el Senado.
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Será difícil para los historiadores decidir cuál es la frase de Andrés Manuel López Obrador que logre sintetizar lo que fue su gobierno. A lo largo de estos cinco años y medio, el mandatario ha acuñado todo tipo de citas citables.
Y es que el Presidente lo mismo habla de estadística, como la clásica “yo tengo otros datos”, hasta de arqueología: “callaron como momias”. También ha tenido reflexiones de gramática pura -“no me vengan con que la ley es la ley”- y, por supuesto, educativas como esa de que los periodistas “deben aprender a respetar”.
Pero, sin duda, de todos los aforismos presidenciables que han surgido en este sexenio, el que va ganando para retratar a AMLO es el recientemente célebre: “por encima de la ley está la autoridad moral y política”. ¿De quién? ¡Pues del Presidente!