Guanajuato vive el estrés hídrico derivado del calentamiento global con varios agravantes: 1.- Guanajuato no tiene acceso al agua de mar (Michoacán sí, bien haría Alfredo Ramírez Bedolla en tener un proyecto de desalinización.) 2.- Las lluvias disminuyen por lo que los mantos freáticos se reducen y como efecto el agua de pozos cada vez está más profunda y contaminada, 3.- Presas, lagos y lagunas se están secando, 4.- El agua que viene en los ríos viene disminuida y contaminada, 5.- La población, la industrialización y la demanda de agua crecen.
S- En Guanajuato se viven tiempos electorales que confrontan lo importante con lo urgente; ¿lo urgente?, sin duda para la clase política y gobernante el proceso electoral, ¿lo importante?, también sin duda, para la sociedad en general, prepararnos para la escasez de agua y la hambruna que ya están presentes en el planeta y a las puertas del estado de Guanajuato, de Michoacán y de México. Lo sé, todas las encuestas señalan como preocupación central la inseguridad, no lo comparto, la inseguridad es un problema que se resuelve con compromiso, inteligencia, organización y decisión (también tengo propuestas), la sed y el hambre no, estas pandemias definen la capacidad de sobrevivir y requieren de un proceso de culturalización basado en una educación técnica, una formación filosófica de la relación del ser humano con la naturaleza y una capacitación práctica que llevan tiempo y por tratarse de un cambio cultural enfrentan la natural resistencia humana a todo cambio que representa un esfuerzo, resistencia que hay que vencer amorosamente pues la amenaza es sed, hambre y muerte.
Hoy Guanajuato tiene una ventaja, un Congreso mayoritario de los colores del gobierno, ventaja que, en el caso de Guanajuato, a partir de octubre se convierte en riesgo para la próxima administración, gane quien gane, ya que existe la probabilidad de tener un congreso dividido que dificultará los procesos legislativos y el apoyo legislativo a las iniciativas del ejecutivo. En otras palabras, hoy el gobierno encabezado por Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, por los próximos seis meses tiene la ventaja y oportunidad de legislar e implementar proyectos que preparen a Guanajuato para enfrentar el calentamiento global paliando sus efectos y evitando una crisis humanitaria por hambre y sed; lo que por sí, sería un legado a favor del siguiente gobierno de Guanajuato que marcaría el cierre de su administración de forma positiva y señalaría el camino a seguir para quienes gobiernen en los estados y en México a partir del 2025. Seis meses es poco tiempo, o mucho si lo usamos correctamente y de forma inteligente, es nuestra decisión.
Para enfrentar el calentamiento global tengo dos propuestas que se complementan:
1.- La COMUNIDAD del CONOCIMIENTO es una propuesta para conformar un equipo de investigadores, maestros y científicos especialistas en producción agropecuaria, manejo de recursos naturales, regeneración de suelos, cosecha de agua, cuidado y mantenimiento de bosques que aborden el reto del cuidado del medio ambiente y de los recursos naturales mediante un cambio cultural en la forma de producir alimentos para que, a través de
2.- La ESCUELA DEL CAMPO, un rancho escuela orientado a llevar saberes y lograr practicas que tengan como objetivo regenerar la capacidad de producción de la tierra, aumentar la generación de agua, su cuidado y recuperación y producir e forma sustentable, diversificada y eficiente alimentos agropecuarios que como efecto natural, a través de la organización para la producción, mejoren el ingreso de productores, agricultores y campesinos, se formen formadores que lleven los saberes a todos los rincones del estado para así, al cuidar la relación con los ecosistemas naturales del suelo y los bosques mediante la agricultura sintrópica (conjunto de principios y prácticas creados por el genetista y agricultor suizo Ernst Götsch, que ayudan a los agricultores a aprender a leer las estrategias naturales de regeneración de cada lugar y traducirlas en intervenciones agrícolas.), para, apoyados en la agricultura regenerativa, la agroecología y la Permacultura, lograr un cambio cultural en la forma de relacionarnos con la naturaleza y de producir alimentos que refuerce una política sustentable de seguridad alimentaria que mediante el cuidado de los recursos naturales proteja y cuide para las siguientes generaciones los recursos naturales e hídricos de Guanajuato, de Michoacán y de México, lo que hoy no sucede… ¡Así de sencillo!
Un saludo, una reflexión.
Santiago Heyser Beltrán
Escritor y soñador