“¡De vuelta al frente! Harás lo que se te diga cuando se te pida. ¡De vuelta al frente! Morirás cuando se te diga que deberás hacerlo. ¡De vuelta al frente! Eres un siervo, cobarde, ciego…”
Este pequeño fragmento de la canción “Disposable Heroes” (Héroes Desechables, en español) me viene a la mente porque creo que enmarca las sensaciones de multitud de trabajadores de la salud que dieron un paso al frente para dar batalla al desafío sanitario del siglo, primero con el afán de atender a su razón de ser, que son los pacientes, pero también con una promesa que en muchos casos no fue cumplida: obtener seguridad y bienestar laboral con una basificación. Ellos y otros más fueron víctimas de una promesa rota, que es la de tener certeza y seguridad laboral en una institución pública de salud.
Estar “basificado” (hablando de los trabajadores de la salud mexicanos) es hablar de beneficios significativos:
1) Seguridad laboral: los trabajadores basificados tienen empleos estables y no sufren esa incertidumbre de los trabajadores temporales o de “contrato”, pues se vuelven parte de la fuerza de trabajo permanente del sector público, lo que provee certeza y paz mental en relación con la continuidad de su carrera profesional.
2) Beneficios: los trabajadores de base son sujetos a prestaciones sustantivas, que incluyen además de seguridad social, planes de retiro, pensiones, servicios de guarderías, bonos, entre otros, que mejoran el bienestar financiero de los trabajadores y sus familias.
3) Crecimiento profesional: la basificación ofrece la oportunidad de escalar en diferentes puestos, incluyendo jefaturas y otros de carácter directivo, enseñanza o investigación, además de ser sujetos a programas de entrenamiento, capacitación y educación continua para desarrollar sus conocimientos y habilidades y expresarlos en diversas áreas de la práctica de la salud pública.
4) Remuneración justa: el trabajador basificado de manera habitual recibe una compensación más adecuada y estandarizada de acuerdo con sus habilidades y competencias, así como experiencia y responsabilidad asignada, lo que, de manera general, suele atraer (y retener en la mayoría de los casos) a profesionales calificados.
5) El acceso a recursos: los trabajadores de base suelen tener un abanico de recursos más amplio dentro de los sistemas sanitarios, ya sea equipamiento, una adecuada cantidad de personal así como un andamiaje administrativo y flujos de trabajo definidos.
El basificar a los trabajadores en el sistema de salud pública redunda en el establecimiento de fundamentos sólidos de conocimientos, habilidades y recursos humanos que mejoran la eficacia y eficiencia general de los servicios de salud. La estabilidad, los beneficios, las oportunidades de crecimiento y el acceso a recursos que conlleva el tener una base contribuye a una mayor satisfacción entre los trabajadores de la salud, lo que también colabora en incrementar la motivación, productividad y calidad de la atención clínica.
La contribución a la salud poblacional, al contar con trabajadores basificados se fortalece y la implementación de políticas públicas que se traduzcan en mejores resultados aumenta en probabilidad. Su presencia continua, dedicación y aplicación de conocimientos contribuyen a intervenciones sanitarias más sostenibles, se mejoran los sistemas de prevención y de manera general la prestación de servicios.
Por lo anterior, considerando la realidad actual, es no menos que una bofetada el hecho que los trabajadores de la salud no tengan siquiera certidumbre en su labor. Sean cuales sean los responsables en los diferentes niveles de gobierno, vivimos una realidad lamentable que es la de profesionales mendigando una oportunidad de trabajo bajo condiciones de certidumbre. No es justo. Estamos frente a un tema crucial de atención prioritaria. Autoridades: han de ponerse a trabajar. Ciudadanos: demandemos lo necesario y apoyemos al gremio de la salud.
Médico Patólogo Clínico. Especialista en Medicina de Laboratorio y Medicina Transfusional, profesor de especialidad y promotor de la donación altruista de sangre
RAA