Recientemente, durante su visita al ITAM, Xóchitl enfrentó severos cuestionamientos de parte de los estudiantes por falta de “coherencia ideológica”, como candidata presidencial de la coalición PAN, PRI y PRD, partidos que se han convertido en un pesado bulto debido a su desprestigio. También le cuestionaron la presencia de “innombrables” en la campaña, gente indeseable en la que no se puede confiar, ni acompañar a la esquina. “Tienen razón”, aceptó la candidata, “no es fácil representar a los partidos” …
Los estudiantes manifestaron que “México vive una crisis de representatividad política, que nos preocupa a los jóvenes y, a dos meses de la elección, no creemos que quede claro qué representa la coalición Fuerza y Corazón por México. ¿Pero cómo vas a lidiar con una campaña partidista con personajes innombrables como Alito, Markito y Chuchito, al mando?”, preguntaron.
Como muestra del galimatías ideológico y contradictorio que caracteriza la campaña, aspecto a lo que se referían los estudiantes, basta señalar las declaraciones de la candidata del PRI para la alcaldía de León, Zukeyli, durante el arranque de su campaña: “El PAN no supo gobernar, no supieron dar resultados ni respuestas; León crece, sí, pero crece en problemas, en inseguridad, en desempleo, pobreza, en dolor…”
Así recriminaba Zukeyli a los gobiernos panistas, mientras en Guanajuato, su presidenta del PRI y el del PAN, que van en alianza para la gubernatura, se levantan el puño, se dan coba, se adulan mutuamente y se echan odas triunfalistas, mientras el PRI funge como sacristán del PAN, su eterno enemigo ideológico (El PAN nace como una reacción a la expropiación petrolera). Aquí hay un doble discurso, simulación, engaño, embaucamiento y mercantilismo, para repartirse el botín. Pero ¿quién puede creer en ellos?
Vivimos un surrealismo político donde la primacía del deseo inconsciente por el poder, a costa de lo que sea, lleva a la pérdida total de valores e identidad, no se sabe quién es quién: Una masa gris, informe, sin principios que convaliden una causa. La doctrina de un partido político debe tener como propósito dotarlo de un pensamiento que le dé y garantice sentido y orientación a toda su actividad pública, que tiene que estar guiada por los grandes valores. La carencia de estos explica el vergonzoso chapulineo entre partidos y alianzas.
Esta falta de cohesión ideológica no solo debilita la identidad de los partidos, sino que también afecta la confianza de la ciudadanía en el sistema político en su conjunto. La falta de sustento de un pensamiento rector en los partidos, impide el desarrollo de propuestas y políticas sólidas que aborden los problemas estructurales de la sociedad mexicana. En lugar de esto se observa una tendencia a adoptar posturas cortoplacistas, un pragmatismo descarnado, para llegar y luego hacer un gobierno mediocre donde sobran excusas y faltan realizaciones.
En efecto, pocos partidos parecen adscribir a idearios de la sociedad y muy pocos políticos se muestran comprometidos a tomar esos valores como guía de sus políticas públicas. En esas circunstancias es muy difícil que puedan ofrecer narrativas con capacidad de cautivar y generar lealtades sociales.
Hay síntomas graves de la relación disfuncional entre la coalición PRI, PAN, PRD y la candidata Xóchitl; la estrategia diseñada por empresarios cuyo rostro es Claudio X no está funcionando. El notorio agobio y desesperación en la candidata presidencial dan cuenta de ello: En reunión con Coparmex, les dijo a los empresarios que dejaran de agacharse y que se separaran de sus empresas para que se pusieran a hacer campaña. También lanzó un S.O.S. urgente a los partidos de la coalición para que le den más recursos y anunció una coperacha, porque los líderes partidistas le cerraron la llave.
Pero ¿por qué Claudio X y potentados ya no le invierten…? Esto es muy mala señal… La lectura es que ya no quieren meterle dinero a la campaña, porque no logra prender y no les va a redituar; pero si fuera adelante, la taparían de dinero los hombres del poder económico, ellos son expertos en inversiones… Por su parte, los líderes de los partidos mejor hacen su cochinito para el futuro y se ocupan de invertir en sus candidatos a una curul.
La figura política de Gálvez Ruiz quedó atrapada entre el desprestigio de un mazacote de partidos sin contenido, sin ideología, ni discurso ni rumbo, y la dificultad de armonizar como candidata de la sociedad civil. Lo anterior es la principal causa que le ha impedido construirse un perfil presidenciable y una narrativa sólida que le ayude a sobresalir y distinguirse.
A dos meses de la elección presidencial, Xóchitl no logra articularse con el variopinto de los partidos de la coalición, y estos a la vez se sienten ajenos a la aspirante presidencial, impuesta desde el poder económico empresarial a los partidos. El dilema que comentan, es que muchos ciudadanos votarían por ella, pero no por los partidos que representa. Estos han sido una pesada carga para la candidata de Fuerza y Corazón por México.