El domingo pasado en su gira por Sinaloa, Claudia Sheinbaum tropezó al estar bailando y cayó en el templete. La imagen se volvió viral. Un incidente menor de campaña la salvó de una pifia mayor: no hay una foto de ella bailando con un candidato morenista públicamente acusado de acoso sexual por una jueza. Es algo así como el Salgado Macedonio de Sinaloa.
Sheinbaum estaba bailando una canción de banda con la candidata morenista al Senado por Sinaloa, Imelda Castro, quien busca la reelección y ocupa el primer lugar en la fórmula del oficialismo al Senado. El segundo lugar lo ocupa Enrique Inzunza. Él estaba ahí en el templete del acto de campaña en Mazatlán, listo para “sacar a bailar” a la candidata presidencial. Estaba ya formadito. Y en eso vino la caída.
Inzunza es un hombre muy cercano al gobernador morenista Rubén Rocha Moya. Fue su secretario de Gobierno. En abril de 2018, la jueza Ana Karina Aragón interpuso una denuncia en su contra por acoso sexual. La jueza argumenta que cuando Inzunza era magistrado y hasta presidente del Tribunal Superior de Justicia de Sinaloa, le envió videos de índole sexual sin su consentimiento, alguno de los cuales se ha hecho público. Inzunza es señalado por trato de personas y actos pornográficos por lo que colectivos feministas se han manifestado en contra de que este personaje sea candidato al Senado.
La jueza Aragón se queja de que la denuncia está congelada. Ella ha pedido al presidente López Obrador que interceda para que se pueda ratificar la denuncia contra Inzunza ante la Fiscalía General de la República. El primero que lo protegió fue el propio gobernador Rocha. El mandatario tiene un muy criticado antecedente en la defensa de funcionarios acusados de acoso y abuso sexual. En octubre del 2023, defendiendo a otro funcionario de su gobierno -omitió el nombre bajo el argumento de que no había denuncia penal-, confesó que le había propuesto protegerlo. “Ya lo conozco, él es acosador, pero sexual. Ya le di la oportunidad yo: a ver, vete a un lugar distinto, yo te voy a proteger, pero donde no quiero que hagas lo mismo”, dijo el gobernador.
Desde la trinchera del poder local en Sinaloa, Enrique Inzunza ha negado las acusaciones y está construyendo su futuro político. Muchos piensan que Inzunza es el delfín de Rocha Moya para sucederlo. Lo volvió su secretario de Gobierno, le ha permitido colocar a familiares y cercanos en posiciones claves, lo ha defendido de acusaciones, le ha ofrecido impunidad y hasta intercedió por él para que fuera candidato a senador por Morena, que lidera cómodamente las encuestas.
Sheinbaum se movió al ritmo de la banda sinaloense, tropezó y cayó. Gracias a eso, la candidata evitó bailar con su candidato a senador, acusado de acoso sexual. La imagen la hubiera podido perseguir.
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