La “deuda histórica” en términos de salud infantil en México, es una carga que se ha arrastrado a lo largo de décadas, marcada por desafíos persistentes y profundas desigualdades que afectan a millones de niños en el país. A pesar de los esfuerzos realizados, México enfrenta una serie de problemas crónicos en relación con la salud de sus niños, reflejando problemas estructurales en el sistema de salud.

Una de las principales deudas históricas en salud infantil en México es la alta tasa de mortalidad en este grupo de edad, la cual, a pesar de haber disminuido en las últimas décadas, sigue siendo significativamente alta en comparación con otros países de ingresos similares. Aunque ha habido mejoras, las disparidades entre áreas urbanas y rurales, así como entre diferentes grupos socioeconómicos persisten. Las causas de la mortalidad infantil en México son diversas e incluyen enfermedades prevenibles, complicaciones relacionadas con el parto y la falta de acceso a servicios de salud de calidad.

La desnutrición infantil es otro problema grave en México y contribuye a la deuda histórica en salud. Aunque el país ha implementado programas de nutrición y ayuda alimentaria, millones de niños mexicanos todavía sufren de malnutrición, lo que afecta su crecimiento físico, desarrollo cognitivo y aumenta su vulnerabilidad a enfermedades. La desnutrición también está estrechamente relacionada con la pobreza y la falta de acceso a alimentos nutritivos, especialmente en áreas rurales y comunidades marginadas.

La falta de acceso a servicios de salud de calidad es una deuda histórica importante sobre salud infantil en México. Aunque el país cuenta con un sistema de salud pública, la calidad y accesibilidad de los servicios varían ampliamente, especialmente en áreas de bajos ingresos. Muchas familias enfrentan barreras significativas para acceder a atención médica básica, incluidas vacunas, consultas médicas regulares y tratamientos para enfermedades comunes. Esto se ve exacerbado por la falta de infraestructura de salud en algunas regiones y la escasez de personal médico capacitado.

La falta de educación sobre salud y prácticas saludables también contribuye a la deuda histórica en salud infantil en México. La falta de conocimiento sobre la importancia de la atención prenatal, la lactancia materna exclusiva y la nutrición adecuada puede tener efectos duraderos en la salud de los niños mexicanos. Además, la falta de acceso a información confiable sobre salud infantil y la prevalencia de mitos y creencias tradicionales pueden obstaculizar los esfuerzos para mejorar la salud de los niños en el país.

La violencia también es una preocupación importante en términos de salud infantil en México. Los niños mexicanos enfrentan altos niveles de violencia en sus hogares, comunidades y escuelas, lo que puede tener efectos devastadores en su salud física y mental. La exposición a la violencia puede aumentar el riesgo de lesiones, problemas de salud mental y trastornos del desarrollo en los niños, lo que contribuye a la carga de enfermedad y discapacidad en el país.

En resumen, la “deuda histórica” en salud infantil en México es una carga compleja y multifacética que refleja desigualdades sociales profundas, desafíos estructurales en el sistema de salud y una serie de problemas crónicos que afectan a millones de niños en el país. Abordar estos problemas requerirá un enfoque integral que aborde no solo los aspectos médicos, sino también los sociales, económicos y culturales que influyen en la salud y el bienestar de los niños mexicanos. En los tiempos que corren, saldar esa deuda, deberá ser una prioridad. Es tiempo.

Dr. Juan Manuel Cisneros Carrasco, Médico Patólogo Clínico. Especialista en Medicina de Laboratorio y Medicina Transfusional, profesor de especialidad y promotor de la donación altruista de sangre 

 

RAA

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