Somos seres finitos anclados a un tiempo y una circunstancia. Aunque anhelemos la inmortalidad o nos consuma el deseo por conocer aquello que, decía Pessoa, nos espera más allá de la curva del camino, este campo permanece como un espacio inagotable para la escatología de corte religioso y, por fortuna, para la literatura. Uno de los poemas más antiguos y el más famoso del que tenemos noticia, se construyó sobre la negación de la muerte y la búsqueda fraterna de quien ha partido al inframundo. Desde entonces, la muerte, esencia ineludible de nuestra condición humana, apuntala la creación artística.
El trabajo narrativo de Marco Vanzzini abarca una buena lista de libros, que he comentado en este espacio, como Emigrantes (Guía 190, Tachas 172), Pintor (Guía 297, Tachas 301), Anhata (Guía 325, Tachas 335), La vida de Modesto (Guía 363, Tachas 377) y El círculo de agua (Guía 364, Tachas 378). Particularmente dos de ellos, las novelas Anhata y Viajes callejeros, se concentran en las postrimerías de la vida y en el más allá que muchos pensamos nos espera. La muerte no es un cuento, regresa por esta senda, ya no bajo las tradiciones tibetanas o la reinterpretación de la obra de Dante, sino a través de doce aproximaciones diversas con tintes oníricos o directamente fundados sobre la tanatología contemporánea. La libertad del autor para fijar su mirada antes o después de la curva es absoluta, pues puede llevarnos a los desastres de la guerra o del cambio climático o al absurdo de dos personajes de corte beckettiano atrapados entre el olvido y la memoria.
Vanzzini despliega también su mirada a la realidad de la zona que habitamos con cuentos deliciosos como la Historia de Pancho y Nati, El pistolero o Recibiendo al amigo, que nos permiten evocar las aventuras del detective Modesto Cienfuegos, como también la pluma de Edith Wharton. Son tantas las posibilidades que emanan de la muerte que no se escapan de la pluma del autor el suicidio, la deshumanización de los hospitales que niegan el buen morir, las etapas que deben superar los deudos del fallecido o las picardías de la inteligencia artificial. Los cuentos Puertas y Semáforo, a su vez, resultan de imaginar las posibilidades del más allá desde perspectivas distintas, el extrañamiento que producen las proyecciones oníricas y la distopía de un futuro autoritario de carácter orwelliano.
Todo lo anterior vale no sólo para celebrar este ejemplar de cuentos, sino también para invitar a los lectores este jueves, 16 de mayo, a su presentación en la librería Emma Godoy del Centro Regional de las Artes – CREA de Irapuato, donde podrán conversar con el autor y beber una copa de vino. La cita es a las 7:00pm, la entrada es libre. Allá nos vemos.
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