De la arenga política, la descalificación, y el uso de recursos públicos para la promoción personal, el ciudadano Mendoza Márquez brinca al chantaje emocional de los electores, usando el deceso de su hijo, y de Gisela Gaytán como último recurso para evitar ser arrollado por el rechazo ciudadano a su gobierno de simulación y corrupción.

En una puntual entrevista que realiza Francisco Mancera, al ciudadano de la sonrisa perdida, los estertores de una desatinada reelección se escuchan como clamores, y plañidos de tragedia griega. Un par de líneas, definen de cuerpo entero una postal de las intenciones del actual presidente municipal en campaña: “pide a Dios que Morena pierda la contienda”. 

El hombre que traicionó a miles de celayenses, haciéndose pasar por independiente, y adversario del PAN en la elección del 2018, para llegar en el 2021 como su candidato y abrazar todo lo que políticamente había negado, no tiene reparo en usar los asesinatos para convertirlos en propaganda electoral al lanzar sus juicios morales como dardos a unos días de la elección municipal.

 De manera enfática, señala “es ruin, lamentable y reprobable lucrar con el dolor humano, con la tragedia para querer sacar votos”, en lo personal me apena decir esto, pero en todos los eventos políticos importantes, como el informe de su gobierno, ha llevado por delante una lagrima y la cita inmerecida al luto familiar. A cuatro días de distancia para llevarse a cabo la elección en donde se pronostica su derrota, busca usar a los muertos para resucitarse.  ¿Cuántos votos le dará esa alusión?

De manera ingeniosa, habla de lucro político para justificar su fracaso, pero eso es falso, desde los primeros tres meses de su gobierno, se fue apagando la poca confianza que le quedaba como candidato independiente. Intenta usar la figura de Gisela Gaytán, señala, “me dolió mucho porque era mi amiga, fue mi compañera de proyecto político cuando fuimos independientes, la quería mucho, la respetaba, la admiraba…”. Zalamería pura, y en sus palabras encierra la respuesta: Gisela lo acompañó en la campaña independiente, y se fue a Morena precisamente por la traición a los ciudadanos con la farsa independiente que montó el ciudadano Javier.

El deceso de Gisela, lo exprime, señala que ya no salió a eventos públicos de campaña, por su seguridad, pero sí a otros, en lugares “cerrados y controlados”, cuando la realidad es que pesa sobre su figura un rechazo social incontrolable, no por un deceso sino por las masacres, y las decenas de asesinatos que son el pan de cada día. Sobre su seguridad, dice, “espero en Dios que no me vaya a acontecer algo”. La pregunta que nos hemos hecho todos los días cuando pasa en su caravana de vehículos blindados, se repite ¿Qué hizo, por qué se cuida? ¿Dónde están los logros extraordinarios, si ha repetido hasta el cansancio que los delitos de alto impacto no son su competencia?

Sobre sus estrategias de seguridad ciudadana presume, pero no hay nada fuera de lo ordinario, excepto el haber duplicado el presupuesto en tres años, superando los 800 millones de pesos anuales. En su lista de delitos patrimoniales a la baja, no señala las incontables afectaciones al patrimonio por causa de la extorsión que han derrumbado el comercio local, y tampoco señala la impunidad que priva en sus círculos de privilegio político por estos hechos.

Reconoce, por primera vez, y eso implica que ha mentido durante todo su gobierno, que los “homicidios dolosos… si es responsabilidad del alcalde porque es el principal obligado a garantizar la seguridad de las personas y los bienes”. ¡ah, vaya! Recuperó la memoria.

Sobre el respaldo del gobierno federal dice, “todos los recursos… nos lo quitaron al 100 %”. Pero no dice que durante los años que recibía el municipio el apoyo del SEBSAMUN y después el FORTASEG, la ola criminal creció sin freno, y esos recursos eran fuente de corrupción, se usaban para compras genéricas o en especie que no atendían su uso o destino, e incluso para compras de uniformes a sobreprecio. Por eso desapareció, y el fondo fue incorporado al gasto de la Guardia Nacional que hoy vigila nuestras calles.

Pero igualmente, no habla con la verdad. Existe el Fondo de aportaciones para la Seguridad Publica FASP, con el cual se transfieren recursos a las entidades federativas para dar cumplimiento a las estrategias nacionales en materia de seguridad pública. Estos recursos bajan a los municipios bajo previos acuerdos de coordinación. En el 2022 recibió el gobierno del estado 266 millones 412 mil pesos, el…          276 millones 536 mil pesos.

Sobre la pregunta anterior, señala: el gobierno estatal nos ha apoyado mucho, pero “nos falta mucho, pero mucho por hacer”.  Y lo confirma cuando se le pregunta, si ha fallado el municipio en seguridad, “Sí, nos ha faltado mucho por hacer, yo no llamaría fallado, pero si hay cosas que mejorar”.  Se desdice, pero queda al desnudo su ineficiencia e ineficacia.

Sobre los abusos policiales, dice que “está de acuerdo en que ha faltado mayor control y mano dura”, pero no dice que él, los ha permitido, y los ha ordenado, al punto que tuvo que pedir disculpas públicas a los habitantes de Rincón de Tamayo por la infama represión realizada el 15 de enero del año pasado. La CNDH resuelve que hubo VIOLACIONES GRAVES A LOS DERECHOS HUMANOS, a la legalidad, seguridad jurídica, y a la integridad personal con motivo del USO EXCESIVO DE LA FUERZA, CATEO ILEGAL, DETENCIONES ARBITRARIAS Y TORTURA.

Y tampoco dice, que aún no ha dado respuesta cabal, a los acuerdos que asumió con la CNDH para reparar los daños al patrimonio y a la salud de los afectados. Tampoco menciona que el delito de tortura pesa sobre las cabezas de quienes ordenaron la represión y consintieron esa aberración policiaca.

En las preguntas no hay una alusión directa a los policías exfederales y a su cuestionado trabajo, pero enfatiza, “necesitamos policías que sean celayenses”, habla sobre un gran déficit de policías, pero no explica por qué el presupuesto se duplicó, si está a la baja el número de policías.  Tampoco menciona la incapacidad para proteger al mismo cuerpo policiaco, que a la fecha ha sufrido más de 40 asesinatos, ocupando el primer lugar nacional en este aspecto.

Ha gastado cientos de millones de pesos en video cámaras de vigilancia, y semáforos inteligentes para la zona urbana, pero la nota roja escurre sangre todos los días, y la población en las 65 comunidades es presa del miedo y el acoso, incluso por la misma policía municipal.

Su narrativa para justificar el intento de alargar su mal gobierno por otros tres años es contradictoria, la desesperación lo atropella. Habla en plural, con ideas vagas de proyectos a futuro que jamás se han consensado, ni conciliado con los celayenses como lo establecen diversas leyes. Dice, “tenemos muchos proyectos que ya han concluido”, si se hubieran concluido no serían proyectos, serían obras consumadas, pero la verdad habla por sí sola.

La reparación del puente de Constituyentes está sin terminar, su rehabilitación se consideró hace cuatro años en 10.5 millones de pesos, previo diagnostico oficial, que costó 450 mil pesos; con su administración pasó a 166 millones de pesos, es decir, ¡subió 16 veces su costo! La sospecha de fraude es vox populi, sobre todo, porque nadie en su sano juicio, una vez advertido del gran daño y su costo, invertiría 10 millones de pesos más en obras de esparcimiento debajo del puente como lo formuló el IMIPE a cargo de Rodolfo Amate.

El paso deprimido de Avenida Tecnológico -salida a San Miguel de Allende-, cuyo costo pasó de 280 millones a 309 millones de pesos, está sin concluir, se inició hace un par de meses.

Sus principales propuestas, están enfocadas a favorecer a los especuladores del suelo rural y urbano como en el caso de la creación de la mega “central de mercancías ferrocarrilera” -Puerto Interior-, en el sur de la ciudad, en el que no se ha medido el impacto social y ambiental para las comunidades de la zona, y el costo que el municipio tendrá que cubrir para el desarrollo de infraestructura urbana en esa zona. En resumen, no hay un modelo de desarrollo social, es decir, no hay planeación urbana sustentable, sostenible, ajeno al interés y participación real de las comunidades, lo que convertirá esa zona en un territorio invadido en donde el mas influyente sacará beneficios. 

El ciudadano Mendoza, miente al señalar que el Distribuidor vial Celanese, es una obra municipal, esa obra es realizada por la empresa Ferromex, en convenio con el gobierno federal a cambio de ampliar el derecho de vía por ocho años más; forma parte del libramiento ferrocarrilero de Celaya con el cual las dos empresas Ferromex y Canadian Pacific Kansas City saldrán de la ciudad, pero serán favorecidas con el cruce de vías que les permitirá un intercambio de rutas de traslado de productos diversos hacia los cuatro puntos cardinales del país y de América.

Con la conclusión del libramiento ferroviario se les acabó el negocio favorito de las administraciones panistas, la construcción de puentes rotos, deprimidos, alzados, parchados, eternos, e inútiles. A pesar de ello, contra todo sentido común, sin menor sensibilidad social, propone un tren urbano, e impedir que se quiten las vías del tren que estrangulan la ciudad, y que ha sido una demanda social desde hace más de 20 años.  

Su propuesta del tren urbano va en contra sentido del “Plan Maestro y Estudio de Movilidad para el aprovechamiento del derecho de vía de las líneas A y NB del ferrocarril”, que se presentó en el 2019, con un costo 7 millones de pesos, en el cual se proyecta ocupar los espacios que dejaran las vías del tren.

Este Plan Maestro tiene como objetivo “priorizar la movilidad del peatón como elemento principal, la construcción y uso de ciclovías y la ampliación del transporte urbano como elementos trascendentales para dotar de más y mejor infraestructura a los habitantes y visitantes”, la cual consistiría en parques, ciclovías, vialidades, puentes, sistema de transporte y cruceros que mejore la fluidez del tránsito local y foráneo, además de apoyar en el ordenamiento del flujo vehicular de las rutas actuales”.

Igualmente, pasando por alto la marginación social, que sufre un tercio de la población en la zona urbana y rural, pretende imponer, otra vez, la creación de un Centro de Congresos y Convenciones para tener eventos de clase mundial, cuando a pesar de tener un gasto anual de 7 millones de pesos para el pago de una plantilla de trabajadores en el Ecoforum, no pueden ni realizar un evento decente cada fin de año.

Otra de sus ocurrencias, es “hacer una macroplaza que será un corredor religioso en la nueva catedral y cultural”, cuando el centro histórico pide a gritos que el patrimonio arquitectónico, religioso e histórico se salve del derrumbe y el abandono en las calles de Juárez, Quintana Roo, Madero, Zaragoza, Nicolas Bravo, y Emeteria Valencia. 

Y para variar, ofrece otro paso deprimido en la Glorieta Fundadores, cuando no puede ni acabar el parchadero del puente Constituyentes. 

Del Hub de Desarrollo Tecnológico e Innovación en el Buen Tono, todo indica que será un elefante blanco con franjas psicodélicas, ya que su suelo no fue tratado para eliminar la contaminación dejada por los químicos usados en la industria cigarrera. Y de cierto, la compra del terreno no fue barata ni de oportunidad.

Con respecto al planteamiento sobre el Sistema integrado de Movilidad que menciona, al igual que los anteriores presidentes municipales, Ismael Pérez Ordaz, Ramon Lemus, Elvira Paniagua, y ahora él, no han podido brindar un transporte eficiente, cómodo, eficaz, frecuente, limpio, a pesar de los convenios firmados con los comerciantes del transporte, que datan del 2015 para la tecnificación y modernización del transporte. No hay que olvidar que fueron subsidiados con más de 24 millones de pesos por el gobierno del estado, y ni así han logrado mejorar las rutas o las frecuencias.

En relación con algún arrepentimiento durante su administración, cita su sufrimiento paternal, pero no aclara, cual es el motivo que lo enlaza con su trabajo, pero sí lo usa como labia para su reelección. De cierto, no hay acciones públicas de su administración que fuesen causa o razón del “pago de una factura muy cara” que dice, nunca terminará de pagar. ¿Usted sabe a qué se refiere?

Una pregunta clave fue sobre el “distanciamiento con algunos líderes empresariales”, ni más ni menos, de ello da cuenta la foto con la Asociación del Empresariado Celayense, que se tomaron hace seis días, en donde para variar, Ismael Pérez Ordaz en su calidad de presidente, enumeró los Proyectos Visión 2030, que son los mismos que propone el ciudadano reeleccionista. Por eso se entiende, que no voltee a ver al 48.4% de los habitantes que están en condición de pobreza, o sea 213 mil 996 celayenses. Cierto, con Ismael Pérez, no hay distanciamiento, hay negocio, y “un cariño especial”.

El remate de su entrevista no tiene desperdicio, cuando le preguntan ¿Cómo visualiza a Celaya en los próximos tres años en caso de que Morena gane?  Su respuesta es un clamor desesperado, dice: ¡Híjole, Dios no lo quiera! 

Yo terminaría diciendo, por fortuna, Dios no cumple caprichos, ni endereza jorobados. 

Revolcadero. 

Salga a votar muy temprano, evite la confrontación y la violencia con los movilizadores del voto pagados por el reeleccionista. Tome videos y fotografías de las irregularidades que observe, y súbalo en vivo a sus redes sociales. Usted es el inicio del cambio.

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