A lo largo de la historia, las mujeres hemos enfrentado numerosos obstáculos para ingresar y prosperar en campos científicos, desde la exclusión institucional hasta los arraigados estereotipos de género. Sin embargo, el feminismo en la ciencia no solo aborda estas desigualdades, sino que también promueve una forma más equitativa y diversa de realizar investigación para conocer el mundo.
Las mujeres hemos luchado por ser reconocidas y valoradas en igualdad de condiciones que nuestros colegas masculinos, ya que a pesar de nuestras significativas contribuciones, muchas científicas fueron ignoradas o pasadas por alto debido a su género a lo largo de la historia. Por otra parte, los estereotipos de género han jugado un papel pernicioso en la ciencia, perpetuando la idea errónea de que ciertas disciplinas son más adecuadas para un género u otro.
Mediante la lucha feminista hemos trabajado para desafiar estas nociones preconcebidas, alentando a las mujeres a seguir carreras en campos tradicionalmente dominados por hombres, como la ingeniería, la física y las matemáticas, promoviendo una cultura científica inclusiva que celebre la diversidad y aboge por la igualdad de oportunidades en todas las etapas de la carrera científica, desde la educación hasta el ascenso profesional. Al eliminar las barreras que impiden el avance de las mujeres en la ciencia, el feminismo nos ayuda a construir un campo más dinámico y vibrante. Sin embargo, es necesario continuar construyendo la equidad en la academia no solo desde la hegemonía, si no mediante una perspectiva interseccional.
El feminismo interseccional ha surgido como una fuerza poderosa en la lucha por la igualdad de género, reconociendo que nuestras experiencias como mujeres son moldeadas por una variedad de factores. En el contexto científico, el feminismo interseccional nos ofrece una perspectiva crucial que reconoce y aborda las formas en que el sexismo se entrelaza con otras formas de opresión, presentando desafíos únicos y barreras adicionales para acceder y avanzar en la academia, enfrentando múltiples cargas de sesgos y estereotipos.
El feminismo interseccional pone de relieve la importancia de abordar la brecha de representación en la ciencia, no solo en términos de género, sino también considerando otras identidades subyacentes, y desafía estos prejuicios arraigados para crear un entorno más inclusivo y equitativo donde todas las personas independientemente de su género, identidad sexual o estatus migratorio puedan contribuir y desarrollarse plenamente.
La justicia epistémica es un principio que se refiere al reconocimiento y la valoración equitativa de diferentes formas de conocimiento y experiencia. En la ciencia, esto implica valorar y respetar los enfoques y perspectivas de investigación que surgen de comunidades marginadas y subrepresentadas, reconociendo que estas contribuciones son igualmente válidas y pueden enriquecer la comprensión científica de manera significativa.
Finalmente, el feminismo interseccional en la ciencia fomenta la construcción de alianzas y solidaridad entre diferentes grupos marginados y subrepresentados. Reconoce que la lucha por la igualdad de género en la ciencia está intrínsecamente ligada a la lucha contra el racismo, la homofobia, la transfobia y otras formas de opresión. Al unir fuerzas, podemos trabajar juntos para construir un futuro científico más inclusivo, equitativo y justo para todos.
Desde el feminismo interseccional podemos remodelar la academia para desafiar las inequidades estructurales y promover una investigación más diversa, inclusiva y sensible a la diversidad. Al adoptar los principios del feminismo interseccional en la ciencia, podemos avanzar hacia entender el mundo desde una perspectiva que verdaderamente refleje la riqueza y la complejidad de la experiencia humana.
Incubadora Míticas impulsa a mujeres en el ámbito público y privado hacia puestos de liderazgo y toma de decisiones, a través de tres ejes: individual, institucional y de incidencia. Tiene una red de mujeres profesionistas y un programa de mentorías; da servicios de consultoría a instituciones para promover la diversidad, igualdad e inclusión e incide en la opinión pública y en la creación de políticas públicas para promover la equidad de género.
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Gracias de antemano – Antonio Lascurain, Subdirector Editorial