A ningún mexicano de bien le gustaría que Donald Trump ganase las elecciones en Estados Unidos. El empresario convertido en político nos insulta en su campaña como seres humanos de segunda: bandidos, criminales, narcotraficantes y cualquier epíteto que encuentra a la mano. Odioso.

Sin embargo, el ex presidente norteamericano tiene ideas que son útiles para su país o para cualquiera otro. Elon Musk, quien se ha convertido en su leal mosquetero, dice que de ganar su amigo Trump, dedicará su tiempo a simplificar el gobierno, a quitar trabas y trámites engorrosos, a eliminar estructuras burocráticas que dañan la prosperidad de la nación más rica del mundo.

Podemos recordar una fotografía de Trump junto a un cerro de documentos de dos o tres metros de ancho por otros dos de alto. Normatividad federal, pura burocracia. Al lado quedaban la cuarta o quinta parte de esos trámites. El entonces presidente presumía el recorte de trámites. Elon Musk, quien es el hombre más rico y destacado de lo que va del siglo, tiene la idea de eliminar la fricción para las personas y las empresas al tramitar cualquier cosa con el gobierno. Eso le daría mayores ventajas comparativas al país que, de por sí, es el más competitivo del mundo. La burocracia es como el pasto en las organizaciones, cualquier descuido crece sin parar.

Si miramos a nuestro alrededor, México tiene una de las más difíciles burocracias del mundo. Un amigo piloto aviador comentaba que no hay forma que la Agencia  Federal de Aviación Civil, le entregue su licencia para trabajar. El problema, según reporta, es que antes las licencias se imprimían en varias partes del país con impresoras para ese fin. A alguien se le ocurrió que todas las licencias de todos los pilotos de líneas comerciales y de la aviación privada se imprimieran en una sola máquina ubicada en la CDMX.

Tal vez la razón para hacerlo es evitar que dichas licencias se falsifiquen y lleguen a manos indeseables. Otra explicación puede ser el austericidio que inició hace seis años. La burocracia siempre quiere controlarlo todo aunque sea imposible hacerlo.

La desregulación en México debe iniciar de inmediato. Un empresario comentaba que no es posible que para abrir una empresa haya que esperar tres meses de trámites, entre Secretaría de Comercio, Hacienda y la apertura de cuentas en un banco. En Nueva Zelanda tardan medio día, en Malasia un poco más y en Singapur, donde estaban muy apurados porque tardaban más de un día, lograron reducir el tiempo a 20 minutos y un pago de 2 dólares. Todo por internet.

Si Elon Musk pudiera, convertiría al gobierno de EEUU en el más ligero, eficaz y de menor fricción para hacer negocios. En Irlanda hace buen tiempo, el gobierno decidió reducir el impuesto a las empresas al 12% anual. Fue tal su éxito que hoy es mucho más rica que Inglaterra, Francia o Alemania. A sus costas llegaron General Electric, Apple y otros conglomerados gigantes que produjeron ríos de dinero para el gobierno. La comunidad mundial tuvo que poner un límite no menor del 15% a los gobiernos para que nadie haga “dumping” fiscal como lo hizo Irlanda.

Esperemos que Trump no gane, pero no descartemos las ideas de personas con una visión enorme de los negocios y las organizaciones como Elon Musk, de quien, más adelante comentaremos cómo construye el mayor negocio que la humanidad haya visto. (Continuará)

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