Si bien no existe una traducción oficial establecida para el término “Prompt writing” al español, podríamos entenderlo como “redacción de indicaciones” o “escritura de instrucciones” para que una inteligencia artificial (IA) entienda y responda adecuadamente a una pregunta o realice una tarea específica.

Ahora, ¿por qué hablar de este concepto? Estimado lector, al interactuar con la tecnología y nuevas formas de manejo de información, como la inteligencia artificial, los asistentes virtuales o los motores de búsqueda, vale la pena entender cómo funcionan las instrucciones o indicaciones que son la base para que estas tecnologías operen de manera eficiente y útil. 

Comprender estos conceptos nos ayuda a formular mejores preguntas y obtener respuestas más precisas, ya sea al buscar en línea, usar chatbots o interactuar con dispositivos inteligentes. De igual manera, conocer estos conceptos permite, especialmente a los usuarios comunes, comprender cómo interactuar con la inteligencia artificial de manera más efectiva, influyendo en cómo las máquinas responden y mejorando nuestra experiencia tecnológica. 

Además, al conocer cómo se crean y estructuran las indicaciones que guían a la inteligencia artificial, se genera mayor confianza en las decisiones que estas tecnologías toman. No debemos olvidar que en profesiones como la educación o el desarrollo tecnológico, saber crear y usar prompts será una habilidad valiosa en el mercado laboral.

En el campo de la salud, estos conceptos calarán hondo, especialmente a medida que la IA se integre más en la práctica clínica. El uso de prompts bien diseñados permitirá a los modelos de IA generar diagnósticos diferenciales más precisos y personalizados. Al entrenar a la inteligencia artificial con descripciones médicas específicas, se mejorará la exactitud de los sistemas de apoyo a la decisión clínica, facilitando la identificación de enfermedades raras o complejas, reduciendo errores y mejorando la toma de decisiones médicas.

En el ámbito educativo, los prompts pueden utilizarse para desarrollar escenarios clínicos simulados, permitiendo que médicos o profesionales en formación enfrenten situaciones desafiantes en un entorno controlado, con retroalimentación inmediata y ajustando los escenarios según el nivel de conocimiento del usuario. Para los pacientes, estos recursos permitirán el acceso a información precisa y accesible sobre condiciones médicas. A medida que se refinan estos sistemas, las respuestas serán de mayor calidad a preguntas sobre síntomas, tratamientos y medicamentos, mejorando la alfabetización en salud.

Al integrar prompt writings en los sistemas de gestión hospitalaria, la IA puede automatizar tareas administrativas, como la generación de informes médicos o la clasificación de información clínica, liberando a médicos y trabajadores de actividades “burocráticas”, permitiéndoles centrarse en labores de mayor valor. Al estandarizar los prompts para la documentación, se puede mejorar la precisión de los registros médicos electrónicos, facilitando el análisis de grandes volúmenes de información, ya sea para investigación clínica, epidemiología o diseño de políticas públicas en salud. 

Estas herramientas, con instrucciones precisas, también podrían ayudar a resolver dilemas éticos, basándose en guías clínicas y principios de bioética, facilitando la toma de decisiones complejas en el cuidado de los pacientes.

Podemos asegurar que el prompt writing en medicina tiene el potencial de revolucionar la atención sanitaria al mejorar el diagnóstico, la educación, la eficiencia operativa y la relación médico-paciente, siempre que se respalde con un enfoque ético y normativo adecuado. Ese es el desafío para nosotros, como potenciales colaboradores y usuarios y para las autoridades, que deberán establecer los mecanismos regulatorios. Es crucial hablar cada vez más sobre estos temas que transformarán la vida de todas las personas. Es tiempo.

Médico Patólogo Clínico. Especialista en Medicina de Laboratorio y Medicina Transfusional, profesor universitario y promotor de la donación voluntaria de sangre.

 

RAA

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