No puedo más que estar de acuerdo con Donald Trump, en la necesidad urgente de expulsar a migrantes ilegales que han creado un problema social, económico y de inseguridad…

Premisa I: Al pan, pan y al vino, vino, quién entra a México de manera ilegal es un: Migrante Ilegal, como los definan nuestros políticos y legisladores no cambia la realidad.

Premisa II: La responsabilidad y obligación primera de cualquier gobernante, es velar por el bienestar de sus gobernados, no por intereses personales, de grupo, partido político o camarilla, tampoco por intereses ajenos a la República y obvio, tampoco es responsabilidad de un gobernante resolver los problemas de inseguridad o pobreza de ciudadanos de otros países dedicando recursos fiscales (que no le pertenecen), para atender las “necesidades de subsistencia” de extranjeros que sin techo ni trabajo ingresan violentando leyes y reglamentos… Premisa que entienden con mucha claridad Donald Trump en USA y Viktor Orban en Hungría.

Para escribir el presente artículo revisé la ley de migración del Estado Mexicano, ya que no comprendo el: ¿por qué permitimos se use a la Patria como tapete permitiendo el cruce de migrantes ilegales que buscan violentar las leyes y reglamentos norteamericanos al ingresar por la fuerza? Entendamos, quienes entran ilegalmente, son ilegales y permitir su entrada para que violenten la frontera del vecino del norte… ¡Son fregaderas!, eso no hace la gente decente con sus vecinos.

Cito del artículo 2º. De la Ley de Migración mexicana, publicada por Felipe Calderón, el peloncito, chaparrito de lentes (Espino dixit): “…En ningún caso una situación migratoria irregular preconfigurará por sí misma la comisión de un delito ni se prejuzgará la comisión de ilícitos por parte de un migrante por el hecho de encontrarse en condición no documentada”… Bueno, pues aquí empieza la bronca, no se considera delito la entrada ilegal a territorio mexicano y peor, el Estado Mexicano matizó la ilegalidad llamándole situación migratoria “irregular”… En contraste, el presidente de Hungría, un hombre cuya responsabilidad primera es el bienestar de su nación expresa: “Las fronteras son eso, fronteras y deben ser respetadas, así como las leyes que el país ponga como requisito de ingreso y no existe un derecho humano para violarlas, quien entra de manera ilegal comete un delito y es considerado delincuente”.

Dicho lo anterior, coincido con Trump en su intención de impedir el paso de migrantes ilegales y la intención de expulsar a los migrantes ilegales de USA, asunto sobre el que he escuchado diferentes versiones respecto a su viabilidad por dos razones: 1.- Buscar, encontrar y expulsar a migrantes ilegales es una tarea titánica que requiere de muchos recursos humanos y económicos; expulsarlos, una vez capturados, tendrá dos costos asociados, uno derivado del traslado, y otro derivado del impacto en la economía de las empresas que contratan trabajadores que entraron ilegalmente al país (esclavitud moderna disfrazada de trabajo subordinado)… Para enfrentar los retos expresados, me permito hacer una sugerencia al Sr. Trump y al futuro gobierno de USA: Inicien la expulsión de migrantes ilegales que en NYC o en otras ciudades Santuario no tienen trabajo ni dónde vivir e incluyan de forma automática a todo aquel migrante ilegal que haya cometido un delito, así sea robarse una camisa o un cepillo de dientes.

Una vez identificados y capturados, ¿a dónde mandarlos?, bueno, si México los dejó entrar y les apoyó para que violentaran la frontera de USA, la respuesta es lógica…

Lo sé, muchos compatriotas me tacharan de mal mexicano, no lo soy, lo que quiero es que mi País, México, haga lo correcto y cierre nuestras fronteras al ingreso de personas que no tienen una forma honesta de vivir, mantenerse o trabajar. Quienes ingresan a México sin un lugar para vivir, sin recursos para mantenerse o sin un trabajo, en automático son un problema social, económico y de inseguridad que lesiona la paz social en México y va en detrimento de la calidad de vida de los mexicanos… no olvidemos: La responsabilidad primera de cualquier gobierno, es cuidar el interés y bienestar de sus ciudadanos, no el de extranjeros y obvio, resguardar la integridad territorial protegiendo sus fronteras. Es por eso que veo con buenos ojos las medidas que promete el Sr. Trump para proteger sus fronteras y su territorio, que de alguna manera obligarán al Estado Mexicano, hoy ciego y sordo, a tomar medidas similares en defensa del interés y de la calidad de vida de los mexicanos.

Con el riesgo de ser repetitivo, reitero lo dicho con anterioridad: entre el conflicto de dos virtudes, la misericordia y la justicia me inclino por la justicia y por el qué cada quién se haga responsable de su circunstancia, por ello, bienvenidos, en cantidades razonables, los migrantes que puedan aportar algo y que ingresen después de cubrir los requisitos y una evaluación que garantice que no serán una carga social ni económica; quienes pretenden entrar de manera ilegal y ser una carga social y económica, primero, no deberían ingresar y segundo, quien ingresó ilegalmente debe ser expulsado de inmediato… Así de sencillo.

Un saludo una reflexión.

Santiago Heyser Beltrán

Escritor y soñador

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