La OMS define la violencia como “el uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones”.
Eliminar la violencia en el mundo es un objetivo esencial para construir una sociedad justa, segura y equitativa. Lograrlo requiere un esfuerzo colectivo que combine educación y prevención, apoyo a las víctimas y cambios estructurales, sobre todo en estos momentos de violencia en muchos ámbitos de nuestra vida actual.
El 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer ya que en el año 1999 fue declarado como el día Internacional contra la Violencia hacia la Mujer, sin embargo, en Latinoamérica esta fecha se conmemora desde el año 1981 en honor a tres hermanas dominicanas asesinadas en esa fecha del año 1960, por orden de Rafael Trujillo, del que eran opositoras.
Actualmente, México es considerado por la Organización de las Naciones Unidas como uno de los países que requiere realizar esfuerzos intensos para lograr la igualdad de género, en el marco de los derechos humanos.
La desigualdad es posible de prevenirse, e incluso, de abatirse a través de instituciones nacionales portadoras de proyectos inteligentes y coherentes, como lo demuestra la experiencia de otras naciones líderes en la resolución de este severo problema. Este año, el tema 2024 tiene como objetivo movilizar a todos los miembros de la sociedad ante una alarmante escalada de la violencia contra las mujeres, así como revitalizar los compromisos y exigir responsabilidad y medidas concretas a los responsables de la toma de decisiones.
La violencia contra mujeres y niñas sigue siendo silenciada por un sistema que facilita la impunidad de los agresores, la estigmatización y la vergüenza de las víctimas. Esta violencia incluye: violencia por parte de una pareja (maltrato físico y psicológico, violación conyugal, femicidio); violencia sexual y acoso (violación, actos sexuales forzados, insinuaciones sexuales no deseadas, abuso sexual infantil, matrimonio forzado, acecho, acoso callejero y cibernético); trata de personas (esclavitud, explotación sexual); mutilación genital, y matrimonio infantil.
La violencia contra la mujer sigue siendo un obstáculo para la igualdad, el desarrollo y la paz, así como para el respeto de los derechos humanos. Los 16 días de activismo de este año (25 de Nov. 10 de Dic.), cobran aún más relevancia a medida que nos acercamos al 30º aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, el plan más progresista que jamás ha existido para promover los derechos de las mujeres y las niñas en todo el mundo.
Participar en la lucha contra la violencia hacia las mujeres es una forma de contribuir a una sociedad más justa e igualitaria. Algunas acciones concretas para involucrarte: Educación personal y colectiva Infórmate: Investiga las causas y consecuencias de la violencia de género. Lee libros, escucha testimonios, y sigue a organizaciones especializadas. Habla del tema: Conversa sobre la violencia de género con tus amigos, familia y colegas para sensibilizar a otros. Participa en talleres y charlas: Únete a espacios educativos sobre igualdad de género y prevención de violencia.
Antes de terminar este comentario me permito relatar una experiencia que recién hemos tenido Imelda y yo: después de salir del Festival del Jazz en el parque Irekua, de regreso a casa, un conductor de otro coche nos hizo señas para decir que una llanta de nuestro coche estaba ponchada. No era tan tarde, (después de las 8) aunque ahora después de la 6.30 Hrs. ya es noche y las calles se quedan solas. Al orillarnos y ver una llanta en el suelo, y pensando qué hacer, pues estábamos dos adultos mayores con poca experiencia en eso de cambiar llantas y además con dolorcillos de rodillas. A Imelda se le ocurrió ir a solicitar ayuda en una instalación de policía que era lo único con gente por ese lugar. La sorpresa fue que tanto Jesi como Carlitos muy gentilmente nos dieron apoyo y pudimos seguir nuestro caminar. Esto me hizo pensar lo importante que es la policía de proximidad y que sí hay que tomar en cuenta el poder confiar mutuamente. ¡Ah y también comento que no quisieron nada a cambio!.
¡Por la Construcción de una Cultura de Paz!
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