En un mundo interconectado, las decisiones éticas ya no afectan solo a comunidades locales, sino a toda la humanidad. La ética contemporánea busca reconocer y respetar la pluralidad de valores culturales, promoviendo el diálogo intercultural. Frente a la crisis climática y la degradación ambiental, surge la necesidad de una ética que priorice el respeto al planeta y a las futuras generaciones. Se enfatizan principios como la sostenibilidad, la justicia intergeneracional y el cuidado de los ecosistemas.

La ética de nuestro tiempo se caracteriza por la necesidad de responder a los desafíos contemporáneos en un mundo globalizado, tecnológicamente avanzado y culturalmente diverso. En este contexto, los valores tradicionales se enfrentan a dilemas nuevos y complejos, lo que exige una reflexión ética que abarque aspectos sociales, ambientales, tecnológicos y personales.

Los avances en inteligencia artificial, biotecnología y medicina presentan dilemas inéditos, como la manipulación genética, la privacidad digital y el uso de datos personales. Se plantean preguntas sobre los límites del progreso tecnológico y el impacto en la humanidad. Se busca consolidar una ética que aborde temas de desigualdad, racismo, género, derechos laborales y acceso a recursos esenciales. La lucha por la equidad y la dignidad humana es un eje central en el debate ético actual. Promueve un balance entre los derechos individuales y las responsabilidades hacia la comunidad global. Esto incluye cuestionamientos sobre el consumo responsable, la solidaridad y la participación ciudadana.

La Declaración de los Derechos Humanos fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en París, el 10 de diciembre de 1948 y establece, por primera vez, los derechos humanos fundamentales que deben protegerse en el mundo entero. A sus 76 años de existencia Como “una norma común de logros para todos los pueblos y todas las naciones”, la DUDH es un proyecto global para leyes y políticas internacionales, nacionales y locales. Es momento de reflexionar sus avances y las áreas que debe mejorar para obtener sus objetivos principalmente el de lograr la paz, objetivo que hoy está lejano y muy endeble.

El tema de este año es un llamamiento a reconocer la importancia y relevancia de los derechos humanos en nuestra vida cotidiana. Tenemos la oportunidad de cambiar las percepciones denunciando el discurso de odio, corrigiendo la información errónea y contrarrestando la desinformación. Este es el momento de revitalizar un movimiento global por los derechos humanos. Es un llamado a la responsabilidad personal.

También a redefinir que no sólo se trata de derechos sino también de deberes y que a todos los seres humanos nos compete obtener esos logros. Los derechos humanos y los deberes humanos son principios fundamentales que guían las relaciones entre las personas y las sociedades, garantizando la dignidad, la justicia y el bienestar colectivo. Son prerrogativas inherentes a todas las personas por el simple hecho de ser humanos, reconocidos universalmente y protegidos por leyes nacionales e internacionales. Los derechos y deberes son complementarios. El ejercicio de los derechos humanos depende del cumplimiento de los deberes, ya que esto garantiza una convivencia armónica en la sociedad.

Lo que nos lleva a un proceso educativo en donde desde  los niños y niñas puedan reconocer ese equilibrio entre derechos y deberes y mediante el ejemplo de padres y maestras (os), logren una conciencia de su propia dignidad y puedan tener referentes que refuercen la esperanza de tener un mejor calidad de vida.

Mientras los derechos aseguran la protección y el bienestar individual, los deberes refuerzan la responsabilidad colectiva, promoviendo un equilibrio que fomente el desarrollo integral de la humanidad.

La ética de nuestro tiempo es dinámica y multifacética, adaptándose a un mundo en constante cambio. Su enfoque principal es garantizar la coexistencia pacífica, la justicia y la sostenibilidad, abordando tanto las necesidades inmediatas como las de las generaciones futuras. Es una invitación a reflexionar y actuar con responsabilidad en un contexto globalizado.

¡Por la Construcción de una Cultura de Paz!

manuelramos28@gmail.com

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