Doña Hortensia Olvera pega con cinta adhesiva la foto de su hijo desaparecido hace cinco años y ocho meses para que no se la lleve el viento en el Reloj Monumental de Pachuca, junto a los rostros de otras personas no localizadas.
Es de piel morena, cabello negro, su cara empieza a cubrirse de arrugas y su voz llega desde muy lejos, de tierras donde el sufrimiento es constante como si costara respirar.
Vestida con pantalón, playera y cachucha blancos, además de portar cubrebocas oscuro, a sus 74 años tiene la esperanza de que su hijo Eduardo Francisco Salazar Olvera regresará a casa el día menos pensado.
Doña Hortensia Olvera quisiera subir a la parte más alta del Reloj de Pachuca y desde ahí gritar el nombre de su hijo, gritarle a la multitud, hijo, hijo dónde estás, aquí está tu madre que te está buscando, y por fin estar juntos. Hasta el momento eso no ha sucedido.
BUSCANDO HASTA ENCONTRARTE
Es su turno en la explanada Independencia de la capital. Toma el altavoz de la mano de otra mujer que también busca a su hijo y no suelta la lona con la foto de Eduardo Francisco Salazar Olvera.
Oscar Muñoz, director del colectivo Buscando hasta encontrarte, quien también busca a su hijo Oscar Javier Muñoz Cortés, sostiene la lona para que doña Hortensia Olvera pueda hablar.
“Me la paso llorando día y noche. A veces cada bocado que me llevo siento que le hace falta a mi hijo”, dice.
Una mano sujeta la otra para disminuir el temblor y reunir fuerza. La ciudad está ahí con su ritmo cotidiano de la mañana, indiferente: autos que pasan, gente que camina, el sol que despunta entre las nubes.
SALIÓ DE CASA, PERO NO REGRESÓ
Recuerda que su hijo salió de la casa y ya no regresó, pero doña Hortensia Olvera no viajó de inmediato a Pachuca pues en su trabajo en la Ciudad de México se lo permitieron hasta que acabara su contrato como trabajadora del hogar.
Al no regresar a Hidalgo, un mes pasó entre llamadas telefónicas pero el esposo de Hortensia Olvera, quien ahora está enfermo y que en esos tiempos trabajaba en la construcción, decía que su hijo no regresaba.
Inició la búsqueda en Tulancingo, buscó en Progreso, Actopan, por allá anduvo Hortensia Olvera con volantes y la esperanza escondida entre la foto de su hijo.
Así conoció a más mujeres que, como ella, viven en una búsqueda constante en municipios de Hidalgo o en otras entidades del país, siempre insistiendo a las autoridades que no archiven las investigaciones, que no las condenen al olvido.
LUCHA CONTRA EL OLVIDO
“Vamos a todos los lugares, a donde nos llamen, a reuniones, pero no tenemos respuesta”, dice y agrega que su hijo desapareció el 22 de febrero de 2017.
Gregoria o Goyita, como la conocen en el colectivo, mamá de Gustavo Alberto de la Cruz Ortiz que desapareció hace 15 años en Pachuca, abraza a doña Hortensia Olvera y la lleva a un lugar alejado para que llore.
“Nunca imaginé que iba estar aquí, parada, buscando a mi hijo”, dice Hortensia Olvera.
En su playera blanca, la foto de Eduardo Francisco Salazar Olvera. Así lucha contra el olvido.