Los 322 días que durante 2021 y 2022 la atmósfera de Salamanca sobrepasó los límites máximos de bióxido de azufre, son el reflejo del grave conflicto de contaminación que ha crecido por la falta de voluntad política, la falta de conciencia de las empresas y la falta de participación ciudadana, así lo señaló Maura Vázquez Figueroa, presidenta de la asociación ambientalista HUAMAT El Hermano de Asís.
La realidad es que no hay voluntad política en los tres niveles de gobierno, hace falta esa voluntad para hacer cumplir las normas ambientales sea la empresa que sea, paraestatal o privada, porque no es posible que estemos viviendo esta situación y que no pase nada”, señaló la presidenta de HUAMAT.
Vázquez Figueroa citó que autoridades ambientales como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial (PAOT), entre algunas otras, tanto del ámbito federal o estatal, tienen un actuar tibio cuando ocurre alguna eventualidad que afecta la atmósfera de Salamanca.
Hay alguna emisión y ni siquiera saben cuál fue la industria o la fuente contaminante, solo informan que hubo presencia de bióxido de azufre en el ambiente, pero no pasa nada más, todo se queda ahí porque hace falta voluntad para hacer cumplir la normatividad ambiental”, enfatizó.
La presidenta de HUAMAT resaltó la importancia de que el ciudadano levante la voz y haga valer su derecho a la salud y a la vida, recalcó que los salmantinos no deben acostumbrase a padecer precontingencias ambientales ni a vivir con afectaciones bronco respiratorias crónicas.
Las industrias vilmente hacen lo que les da la gana porque saben que no hay autoridad que las obligue a cumplir las normas ambientales, obviamente se necesitan fuentes de trabajo, se requieren los empleos, pero nada puede estar por encima de la salud y la vida, en este caso de los ciudadanos salmantinos”, finalizó.
MGL
. Alejandro Vizcaíno
. Alejandro Vizcaíno