Salamanca, Guanajuato.- Jesús Rubén Andrade Ortega murió a los pocos días de haber nacido, su estancia física por este mundo fue muy corta, pero su recuerdo permanece vivo y acompaña a cada integrante de su familia. Este 1 de noviembre “Día de Todos los Santos”, como desde hace 11 años, su tumba fue decorada con globos, juguetes y flores.
Sin importar el intenso calor y los rayos del sol que caían a plomo, Alejandra Andrade adornó la tumba de su hermano Jesús, colocó globos blancos y azules, unos en forma de esfera y otros en forma de estrella, también llevó algunos juguetes para su pequeño hermano, con quien tiene una conexión que va más allá de la vida y la muerte.
“Jesús murió a días de nacido, pero tiene un hermano gemelo que desde muy chiquito siempre quería visitarlo, nos decía que su hermanito estaba triste porque no lo veníamos a ver, él nos motivaba para seguir viniendo al panteón”.
Ha pasado el tiempo y no hemos dejado de venir a verlo, para mí es mi ángel que siempre me ha cuidado, le adornamos con globos, flores, le traemos juguetes y en la casa siempre le tenemos su altar no importa la fecha, de recién que nació le compramos sus sonajas, sus biberones y los tenemos ahí en su altar”. contó Alejandra.
Jesús sólo estuvo unos días en este plano terrenal, desde hace 11 años se convirtió en el ángel que cuida de su hermano gemelo y de sus tres hermanas, Jesús es el ángel que recuerdan con amor, es el ser celestial que en “Día de Todos los Santos” alimenta la fe y la esperanza de la familia Andrade Ortega.
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