Salamanca, Guanajuato.- Desde temprana hora de este miércoles, los feligreses acudieron a templos y parroquias de Salamanca para que les fuera impuesta la ceniza, con este acto de fe inició la Cuaresma.
En la celebración eucarística del mediodía, el cura del Santuario Diocesano del Señor del Hospital, Sergio González López, llamó a vivir este tiempo litúrgico en ayuno, oración y caridad.
Durante la homilía se rememoró que la ceniza es un signo de arrepentimiento que ha sido utilizado por la humanidad desde antes de la llegada del Hijo de Dios.
También se mencionó que con la imposición de la ceniza se reconoce la fragilidad y la mortalidad que debe ser redimida por la misericordia de Dios.
La ceniza que se utiliza en la eucaristía del Miércoles de Ceniza proviene de las palmas del Domingo de Ramos del año anterior, que se han transformado de tallos verdes en ceniza gris y que recuerda la fragilidad de la vida, la culpa y la penitencia que se necesita para alcanzar el arrepentimiento y la voluntad de convertirse.
“Inicia la Cuaresma y como católicos debemos recordar que polvo somos y en polvo nos vamos a convertir, tomar ceniza es entrar en un tiempo de meditación que antecede a la pasión y muerte de nuestro señor Jesucristo”, comentó María Concepción Capulín, maestra y feligresa católica.
El párroco del Santuario Diocesano del Señor del Hospital resaltó que con la imposición de ceniza inicia un tiempo favorable de gracia para la feligresía que debe tener presente tres herramientas fundamentales:
- La oración como una consecuente respuesta de amor y compromiso.
- El ayuno para controlar impulsos, pasiones y renunciar al egoísmo.
- La caridad para procurar y cuidar del hermano.
AM