Por: Dr. Robert H. Shmerling
Si intentas seguir una dieta sana, el pescado es una buena opción, ¿verdad? Después de todo, el pescado es rico en proteínas, bajo en grasas saturadas y una buena fuente de ácidos grasos omega-3, vitamina D y muchos otros nutrientes. Comer más pescado puede significar comer menos alimentos con grasas perjudiciales y más calóricos. De hecho, los nutricionistas suelen recomendar más mariscos (y menos hamburguesas con queso) para mejorar la dieta, y las directrices de nutrición promueven el pescado como parte de una dieta sana.
Por eso parece sorprendente que un nuevo estudio publicado en Cancer Causes and Control sugiera una relación entre el consumo de pescado y el cáncer de piel, sobre todo porque el mayor factor de riesgo conocido del melanoma no es la dieta, sino la exposición al sol. Tener cinco o más quemaduras solares en la vida duplica el riesgo de desarrollar un melanoma.
Un estudio relaciona comer pescado a menudo con un mayor riesgo de melanoma
El melanoma, el tipo más grave de cáncer de piel, es responsable de más de 7.500 muertes al año en Estados Unidos. Y los casos van en aumento.
En el nuevo estudio, los investigadores descubrieron un mayor riesgo de melanoma entre las personas que comían más pescado. Este estudio es uno de los más amplios y mejor diseñados para examinar esta relación. Casi 500.000 personas de seis estados de EE.UU. rellenaron un cuestionario dietético en 1995 o 1996. La edad media de los participantes era de 61 años y el 60% eran hombres. Más del 90% eran blancos, el 4% negros y el 2% hispanos.
Durante los 15 años siguientes, los investigadores contaron cuántas personas desarrollaron melanoma, y descubrieron que:
La tasa de melanoma era un 22% mayor entre las personas que declaraban comer más pescado (unas 2,6 raciones a la semana) que entre las que comían menos (0,2 raciones a la semana, o aproximadamente una ración cada cinco semanas). Se observaron tendencias similares en el consumo de atún.
El riesgo de cambios precancerosos en la piel (denominados melanoma in situ) aumentó de forma similar entre los del grupo que comía más pescado.
Curiosamente, los investigadores no observaron un aumento del riesgo de melanoma entre los que comían más pescado frito. Esto es sorprendente porque, si comer pescado aumenta el riesgo de melanoma como sugiere el estudio, no está claro por qué freír el pescado eliminaría el riesgo.
¿Significa esto que comer pescado provoca melanoma?
No, no significa nada. Es demasiado pronto para sacar conclusiones definitivas sobre la relación entre el pescado en nuestra dieta y el melanoma. El estudio tenía importantes limitaciones, entre ellas
Tipo de estudio.
Los estudios observacionales como éste pueden detectar una posible relación entre la dieta y el cáncer, pero no pueden probarla.
Dependencia de los datos de la encuesta.
Las personas declararon cuántas raciones de pescado comían a la semana, lo que puede no ser exacto. Además, los investigadores asumieron que el consumo de pescado declarado en la encuesta inicial se mantuvo durante 15 años, lo que puede no haber sido el caso.
Tener en cuenta otros factores.
Muchos factores influyen en el riesgo de melanoma, como la distinta exposición al sol en función del lugar de residencia de los participantes. El análisis tuvo en cuenta algunos factores clave, pero el estudio no recogió información sobre la exposición al sol, las quemaduras solares anteriores o el uso de protección solar, todos ellos importantes en el riesgo de melanoma. Los investigadores tampoco preguntaron por el tipo de piel o el número de lunares; la piel clara o el mayor número de lunares aumentan el riesgo de melanoma.
Contaminantes.
El mercurio o el arsénico presentes en el pescado pueden ser los culpables de su relación con el melanoma. En este estudio no se registraron los contaminantes, pero estudios anteriores relacionan la exposición al mercurio con el riesgo de cáncer de piel, incluido el melanoma.
Falta de diversidad.
No está claro si los resultados se aplican en general a personas de distintos grupos raciales y étnicos, porque nueve de cada 10 participantes en el estudio eran blancos.
¿Hay pescados más seguros que otros?
El estudio no abordó esta cuestión. Sin embargo, si contaminantes como el mercurio en el pescado son responsables de aumentar el riesgo de melanoma, la FDA ofrece consejos sobre qué pescados son más seguros para comer, en particular para los niños y las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
Pero incluso si se confirma que el pescado contribuye al riesgo de melanoma, otros efectos positivos del consumo de pescado (como los beneficios cardiovasculares) pueden compensar con creces este riesgo.
Conclusión
Los investigadores responsables de este estudio no recomiendan cambiar la cantidad de pescado que se consume. Se necesitan más estudios para confirmar los resultados, investigar qué tipos de pescado afectan al riesgo de melanoma y determinar si ciertos contaminantes del pescado son responsables de algún riesgo añadido.
Mientras tanto, los pescados con niveles más bajos de mercurio (como el salmón y las almejas) siguen siendo mejores opciones dietéticas que los alimentos ricos en grasas y altamente procesados típicos de muchas dietas occidentales.
Si piensa pasar mucho tiempo al aire libre este verano, es probable que limitar la exposición al sol y utilizar protección solar tenga un mayor impacto en la salud de su piel y en su salud en general que evitar el marisco.
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