Hace un cuarto de siglo, la maestra María Polak decidió compartir con esta ciudad una de las lecciones más importantes de la cultura checa: el amor por la música.
Convencida de que tocar un instrumento enseña dedicación, perseverancia y también mucha autoestima, fundó la Academia Praga Musical, la primera escuela privada de música en la ciudad.
Para celebrar esta amplia trayectoria, los alumnos ofrecieron un concierto de aniversario en el Auditorio Renacimiento, en el que ante familiares, amigos e invitados especiales, demostraron su talento en los distintos instrumentos.
Gran parte de la presentación estuvo dedicada a compositores oriundos de República Checa, esto para homenajear las raíces que tiene la institución.
El programa del concierto estuvo compuesto por solos de piano en el que cada ejecutante eligió la pieza a interpretar, presentación de ensambles de guitarras y violines, un cuarteto de violines y la Camerata Praha Musici.
Actualmente, la escuela cuenta con poco más de 100 alumnos. Varios de ellos estudian en la academia desde hace algunos años e incluso hay segundas generaciones de familias que ya están comenzando a tomar clases.
La joven pianista Marifer Gallo tiene 11 años practicando con este instrumento y para celebrar los 25 años de su escuela de música interpretó “Serenata” de Franz Schubert, durante la sección del concierto dedicada a la música culta.
En este apartado también se revivieron otros compositores como Johann Sebastian Bach, Wolfgang Amadeus Mozart, Frédéric Chopin, Johann Friedrich Franz Burgmüller, entre otros.
Durante el programa de música popular, el ensamble de guitarras, conformado por los alumnos Máximo Marmolejo y Sofía Leiva, añadió algo de ritmo latino con su interpretación de la pieza “Tierra mestiza”.
En cuanto a la música nacionalista, el ensamble de violines, dirigido por el profesor Carlos A. López, tocó el Himno de República Checa, así como canciones infantiles del país europeo.
Una tradicional polka fue interpretada en el piano a cuatro manos, para dar paso al número final en el que la camerata ejecutó el poema sinfónico “Má Vlast” del compositor Bedrich Smetana.
Después de una gran ovación del público hacia los artistas, la directora agradeció a todos los asistentes por su apoyo a lo largo de estos años e invitó a los profesores al escenario para que cada uno recibiera un reconocimiento por su labor.
Posteriormente, se ofreció un cóctel en el vestíbulo del Auditorio Renacimiento, donde los jóvenes artistas convivieron con sus familiares y compañeros.