Aunque el triunfo es lo primero que se busca en el deporte, la vida tiene una mayor importancia que un resultado, y así lo entendió la boxeadora mexicana Alma Ibarra, quien sorprendió al detener su pelea contra Jessica McCaskill.
Estaba por disputarse el cuarto round en el Tech Port Arena de San Antonio cuando Ibarra, originaria de Nuevo León, decidió no poner su vida en peligro aunque ello significara perder la oportunidad de contender por el campeonato unificado de la AMB, CMB, FIB, OMB y The Ring en el peso welter.
“¡No, no! Yo sólo quiero llegar viva a mi casa con mi hijo”, se escuchó en el video que publicó DAZN Boxing, en el que también se puede observar como la pugilista mexicana pidió a su entrenador no continuar con la pelea que se había pactado a 12 asaltos.
El rostro de Ibarra no se notaba con señas de fuertes golpes, tampoco sus brazos o el resto de su cuerpo, sin embargo, McCaskill sí la castigó sobre todo en el abdomen, y la fuerza de esos golpes hicieron pensar dos veces a la boxeadora mexicana si valía la pena continuar.
Al final, el entrenador de la nacida en Monterrey aceptó su decisión y comunicó al réferi que la pelea no continuaría. Así, McCaskill se quedó con el triunfo luego de que se determinó el nocaut técnico y retuvo el campeonato unificado.
Ésta es una de las primeras veces que sucede algo así en el boxeo femenil, aunque los antecedentes motivan a comprender la decisión que tomó Alma Ibarra, pues todavía están muy recientes los casos de Jeanette Zacarías y Alejandra Ayala.
Fue en septiembre del año pasado que Zacarías murió luego de ser noqueada durante una pelea del CMB. El daño sufrido fue severo y la joven no se recuperó; Ayala, por su parte, cayó en coma luego de un nocaut contundente en una pelea que tuvo lugar en Escocia.
A diferencia de Zacarías, Ayala logró recuperarse aunque estuvo varios días en coma inducido.