Apelando al pasado para recomponer el presente.
Solo así, con esa frase, puedo describir lo que planean los Bravos de León en este 2023.
Desde la concepción del nuevo diseño de su escudo, la franquicia carga consigo una malaria de tres años sin postemporada que desea terminar este mismo año.
A su vez, tratando de fortalecer esa conexión que renació aquel martes 1 de noviembre del 2016 con la noticia de su reaparición en el circuito profesional mexicano, los diseños de sus nuevas indumentarias apuestan a la nostalgia con los ya tradicionales colores verdiblancos de la ciudad.
Con el lema “Un León Más Bravo”, veremos cómo se cimenta un proyecto que, a diferencia de los demás, demuestra verdadera voluntad para trascender de una vez por todas en un circuito complicado.
Ya en el armado del roster, se nota un cuadro mucho más sólido comenzando en el pitcheo al ostentar tipos como Lázaro Blanco o Jonathan Vargas, quienes han demostrado su calidad en temporadas anteriores.
Fiel a toda una tradición que hizo ganarse el apodo de “Bombarderos del Coecillo”, el poderío ofensivo promete en demasía con un cuadro que conjunta juventud con experiencia: Xavier Batista, Joey Terdoslavich, Brandon Villarreal, Alfredo Hurtado y Niko Vásquez, entre otros.
Ya veremos dentro del diamante pero, por lo pronto, la organización comenzó bien. Supo pegar en la nostalgia de aquel aficionado de antaño a este lindo deporte en suelo leonés, pues a su vez, sirve como un verdadero homenaje hacia peloteros que cimentaron el legado de los melenudos en el beisbol mexicano: Francisco ‘Paquín’ Estrada, Jaime Orozco, Willie Aikens, Manuel Cazarín y Jack Pierce, entre otros tantos.
Perfeccionar el pitcheo.
Mejorar el bullpen.
Fortalecer el bateo.
Mantener un cuadro base todo el 2023.
Con eso, Bravos, yo creo que fácilmente podrán romper la malaria.
Ya veremos, por lo pronto el deseo es:
Que sea un año muy bravo en León.
-El Dugout del Gabo.