El pitcheo de los Bravos de León fue un desastre y los Diablos Rojos del México ganaron el primero de la serie en el Domingo Santana, 16 carreras contra dos.
Ante una buena entrada en La Fortaleza, los Pingos pegaron 22 imparables y le tundieron a los seis lanzadores que actuaron por los Bravos.
Lázaro Blanco cargó con el descalabro, con actuación de cuatro entradas y dos tercios, en las que permitió cinco carreras, le pegaron ocho hits, dio dos bases y recetó cinco chocolates.
Ronnie Williams se apuntó la victoria al trabajar cinco episodios, con labor de solo una carrera, cinco imparables, una base por bolas y cuatro ponches.
La ofensiva leonesa tuvo una noche aciaga, pues aunque pegó siete hits, dejó hombres en los senderos en momentos clave, incluyendo la casa llena en el octavo episodio, cuando se fueron con las manos vacías.
El segundo de la serie se disputará desde las 7:30 de la noche de hoy, nuevamente en el Domingo Santana.