El pitcheo de los Tigres (10-12) se quedó en Quintana Roo y los Bravos de León (8-14) tuvieron una noche de fuegos artificiales para ganar 4-15 el primero de la serie en el Domingo Santana.
Los cañones de los Bravos sonaron 21 imparables en este duelo de la Liga Mexicana de Beisbol ante una buena entrada en el parque leonés.
Tras un arranque titubeante, al permitir tres carreras en la primera entrada, los Bravos prendieron la madera y terminaron por anotar en ocho de los nueve episodios.
Destacaron las cuatro carreras apuntadas en la tercera entrada y las cuatro del quinto capítulo, ante los siete atribulados lanzadores visitantes, incapaces de detener la sangría.
Por los Bravos la labor monticular de Fernando Lozano (2-0) fue más decente, para apuntarse la victoria con trabajo de cinco entradas en las que permitió seis imparables y tres carreras, con un pasaporte y cinco chocolates.
El descalabro se lo llevó Terance Marín (1-1)
El segundo de la serie se jugará nuevamente en el parque Domingo Santana, este miércoles desde las 7:30 de la noche.