Aunque su regreso se anunció a finales del 2022, una lesión le prohibió enfundarse en la franela leonesa desde ese preciso momento.
No obstante, su recuperación no cesó, y beneficiándose de la temporada baja, Niko Vásquez ha regresado con creces para liderar una de las tantas batallas que ha enfrentado su equipo en todo el 2023.
Efímero como los potentes jonrones que suele dar en La Fortaleza, su primera etapa con los Bravos de León se vio marcada por su consistencia y disciplina en la caja de bateo.
Dicha situación le valió ser aquel jugador “Clutch” que aparece en los momentos importantes, cuando el juego más requiere de un héroe y su estampa toma tintes de esperanza.
La efímera primera etapa
En aquel 2018, año en el que la Liga Mexicana de Beisbol decidió replicar lo hecho en el futbol y jugar dos torneos en un corto lapso de tiempo, Niko llegó a los 100 juegos con un total de 109 hits, de los cuales 19 fueron dobletes, uno triplete y 19 jonrones.
Además, 69 carreras impulsadas al plato lo hicieron acumular un promedio de auténtico “Caballete”: .484.
Después de contribuir poderosamente a la causa leonesa en la LMB, el infielder decidió abandonar a la organización en 2019 para comenzar un peregrinar de equipos en tres años: Toros de Tijuana, Generales de Durango y Mariachis de Guadalajara.
El esperado regreso
Luego de superar una lesión que lo marginó del diamante en la última parte de la pasada temporada, el ahora tercera base cuerero se ha convertido en el referente de una institución que, en medio por la lucha incesante por alcanzar la postemporada, disfruta en demasía sus grandes pinceladas en tercera base y la gran aportación ofensiva en cada turno al bate.
Su aporte ha sido tan determinante que en 62 juegos como jugador leonés, registra 71 hits con 11 dobletes, un triple y nueve jonrones.
Sin embargo, su aporte no sólo queda en eso, pues también ha aportado con dos bases robadas, 34 bases por bola y 47 carreras impulsadas.
Con un promedio de .316, Vásquez es el líder en el clubhouse melenudo con un aporte nato a la hora de jugar sobre cualquier diamante del circuito.
Con grandes antecedentes en otras temporadas, su momento como capitán del equipo ha sido más que determinante al grado de superar la brecha de los .300.
Ojalá se quede
Lastimosamente para la afición, Niko Vásquez es de aquellos jugadores de los que da cierto temor encariñarse ante la constante de la franquicia leonesa: vender al mejor postor a los mejores jugadores del Line Up.
Sinceramente, a estas alturas de la temporada parece sorpresivo que siga manteniéndose como jugador ‘bravo’ cuando ya se fueron Xavier Batista, Joey Terdoslavich y Jairo Pérez, quienes eran considerados los líderes de la plantilla.
Sin embargo, parece ser que la historia ha cambiado y de mantenerse a finales de esta temporada, podríamos empezar a pensar en un verdadero proyecto con él a la cabeza.
En esa vía por recuperar el protagonismo y alcanzar la segunda estrella de su historia, Vásquez debe ser adoptado como jugador franquicia sí o sí.
¿Por qué? Porque todo equipo necesita uno, y aunado al enorme liderazgo e influencia que tiene sobre sus compañeros, su perfil es uno que debe mantenerse junto a jugadores como Jonathan Vargas o Brandon Villarreal.
El apoyo de la afición allí está.
Ojalá te quedes, Niko.
Pero eso sólo el tiempo lo dirá…
PD: Cada partido será una final para los Bravos si quieren meterse a postemporada con ocho series por jugar.
- Rieleros (L)
- El Águila (V)
- Mariachis (V)
- Pericos (V)
- Sultanes (L)
- El Águila (V)
- Acereros (L)
- Piratas (L)
¿Podrá romper la malaria Rafael Rijo y compañía?
-El Dugout Del Gabo.