Un par de semanas después de anunciar el retiro del icónico número 25 de Paquín Estrada, los Bravos de León siguen apelando a la nostalgia del pasado con una plausible honradez de su legado.
Ahora, esta misión se sigue cumpliendo con la integración de Ramón Esquer, una de las leyendas de la organización gracias a su labor entre 1987 y 1991, lapso donde pudo ser parte del primer y único campeonato profesional.
En este espacio siempre hemos dicho que, en la conformación de un equipo ganador, el núcleo del pasado SIEMPRE será importante recordarlo y honrarlo de la manera más noble posible para emprender un camino correcto en el presente y futuro.
La historia de una franquicia en el pasado es primordial para cimentar un presente exitoso porque, si no se llega a cumplir esta característica, el mismo beisbol se la ‘cobra’ en el diamante.
El ejemplo está claro en León: cuatro años consecutivos sin Postemporada a pesar de la lealtad eterna de una afición que, durante seis días de actividad, suele llenar sin contratiempos el Domingo Santana.
Por esta razón, la adición de Esquer como coach es sumamente importante y primordial en esta naciente era exitosa que se promete alcanzar al mando de Rafael Rijo.
Sus números hablan por sí solos:
- 1991: Líder de triples en toda la LMB con 13.
- .337 de porcentaje de bateo.
- 23 bases robadas.
- Campeón en 1990.
La sapiencia que ha ganado en el diamante con el pasar de los años, es algo invaluable que tendrán los hombres que integran la plantilla de los cuereros, quienes, muy seguramente, mejorarán en su recorrido por las bases.
Y, precisamente, es el pendiente que tienen consigo los Bravos de León: la conformación del equipo en la actualidad.
Más allá de los tres refuerzos que llegaron procedentes de los Toros de Tijuana, no han existido más noticias de incorporaciones mientras equipos como Pericos de Puebla y El Águila de Veracruz, ya comienzan a hacerlo con creces.
Claro, aún falta mucho por delante con la Liga Mexicana del Pacífico (LMP) en el horizonte, pero ojalá podamos tener noticias pronto, ya no solo con la novena varonil, sino con la femenil en el Softbol, a quienes le dedicaremos un texto especial próximamente.
Faltará tener paciencia, pero como digo habitualmente…
Así sí, Bravos, así sí.
PD: Esa imagen de Ramón Esquer lanzando y Paquín Estrada reteniendo la bola en el regreso del equipo en julio del 2017, no tiene precio. Leyendas auténticas. Qué bueno que se esté regresando a ello.
PD 2.0: Por su valía al ser campeón en los dos equipos que jugó además de Bravos (Diablos en 1994 y 1999 y Guerreros en 1998) es considerado como todo un amuleto… ¿Eso significará algo en 2024 para León? ¿Será presagio de un nuevo campeonato?
-El Dugout del Gabo.