Fue la noche del domingo 6 de agosto del 2023. Piratas de Campeche y Bravos de León jugaron nada más por el orgullo en el último juego de la fase regular del aniversario número 98 de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB). 

Los Piratas, quienes visitaban el diamante del Domingo Santana, defendían su ventaja de 10 carreras a 9 en el comienzo de la parte baja de la décima entrada; los Bravos, aguerridos e impetuosos, atacaban en sus últimos turnos de la temporada. 

Edgar Bravo se embasó con sencillo al jardín central y Alejandro Mejía lo mandó hasta la tercera base con sencillo al jardín derecho. Ricky Rodríguez siguió con la fiesta de imparables con el tercer sencillo al hilo, el avance de Mejía hasta segunda base y el impulso de la carrera del empate en los spikes de Bravo. 

Después, David Hernández, el debutante que es oriundo de Lagos de Moreno, provocó el grito en el cielo de los asistentes ante la barbaridad más grande del beisbol moderno: el toque de sacrificio, ese que ejerció a la perfección con su sus manos en el taper y la empuñadura del bate. 

El espíritu inerte del beisbol le respondió de la mejor manera: la casa se llenó; Hernández llegó a primera, Ricky a segunda y el corredor emergente, Juan Cázarez, llegó a tercera. 

Sin outs en la pizarra, llegó Alfredo Hurtado bateando por el lado de los zurdos y luciendo el número dos en la parte trasera de su franela verdiblanca. Era su quinto turno del juego y esperaba seguir con la inercia de cuatro turnos atrás al llegar a ese momento con una colección de una base por bolas, dos hits y dos carreras impulsadas. 

Contrario a la mayoría de las ocasiones donde su figura estaba en la receptoría, en aquellas tres horas con cincuenta minutos, Hurtado fungió su labor como segunda base ante una complicada ofensiva filibustera que acumuló 15 hits en diez entradas. 

Consciente de que cualquier equivocación era mortífera, Lester Oliveros puso en órbita su dieciseisavo lanzamiento de la noche. Fue una recta de 93 millas por hora que se quedó en la zona y, sin ser tonto ni perezoso, con la plena confianza en su madero, Hurtado cazó apenas el primer lanzamiento de su turno. 

La pelota fue un misil que pasó la primera base y picó antes de que Xavier Batista la tuviera en su guante. El ‘2’ lo sabía: era el hit de la victoria; era el hit de los tres que verdaderamente importaba; era el hit de la algarabía; era el hit del baño en bebida rehidratante; eral el hit del walk off; era el hit del festejo en el oscurantismo; era el hit del orgullo; era el hit del heroísmo; y era suyo: era su hit. 

La bravura hecha persona

En dicho juego de tres horas y cincuenta y cinco minutos, el oriundo de Agua Prieta, Sonora, confirmó su valía y presencia dentro de la organización de los Bravos de León. 

El 2023 fue su segundo año dentro de la franquicia, pues tras su paso en 2021, donde disputó 51 juegos, pegó 46 hits, impulsó 20 carreras, se robó seis bases y negocio 20 chocolates (.274 AVG y .710 de OPS), regresó a los Sultanes de Monterrey para la temporada 2022. 

Pero ese mismo año, que marcó el aniversario número 97 de la LMB, fue un total martirio para él con solo cuatro hits en 12 juegos que lo hicieron acumular un pobre porcentaje de .174. 

Foto: Sultanes de Monterrey. 

Por esta razón, no fue descabellado verlo de regreso en el 2023, donde confirmó su bravura en un equipo que comparte totalmente su mística, ideales y valores. Y es que no solamente desde la receptoría puede desempeñarse como un jugador de nivel, sino también en la segunda base, tal y como lo demostró en ese último juego ante Campeche. 

Coincidencia o destino, Hurtado, de 26 años de edad, ha tenido sus mejores dos temporadas en verano con los cuereros: 2021 y 2023, siendo este último donde se confirmó como la luz dentro del oscurantismo. 

Con 35 hits, de los cuales solamente uno fue jonrón, colaboró en lo colectivo con 15 carreras impulsadas. Dentro de un equipo donde los bambinazos son el pan de cada día, él demostró paciencia e inteligencia durante 54 juegos con 37 ponches y 27 bases por bola que le ayudaron a tener un OBP de .353, un SLG dentro del promedio de .303 y un OPS de .656. 

Instagram Oficial de Alfredo Hurtado. 

¿Se quedará?

Dentro de un negocio donde los peloteros desconocen su futuro casi inmediato, la persistencia de Alfredo Hurtado debe de ser una absoluta prioridad en la gerencia leonesa. 

Y es que su entrega, profesionalismo y dedicación, es algo plausible en una franquicia que sigue en búsqueda de su propia identidad y él, con esa intensidad que lo caracteriza, es la bravura hecha persona. 

Bien podría ser una analogía a la icónica figura de Lucio Anneo Séneca, a quien el historiador romano Tácito describe como un hombre controvertido pero leal y bondadoso con sus ideales y semejantes. 

En esta odisea beisbolera de verano, los ideales y semejantes son compañeros de profesión, bolas y bates que le dan vida al apodado Rey de los Deportes. 

Es, simplemente, la finura en la bravura que necesitan los Bravos de León. 

-El Dugout del Gabo. 

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