La defensa de Dani Alves pidió a la corte ser el último en declarar. Acusado de un presunto delito de agresión sexual, el día de hoy, en el tercer y último día de su juicio, compareció por última vez ante el juez en una sesión que comenzó con los testimonios de los médicos forenses que atendieron a la víctima. 

Durante el año que ha vivido en prisión, Alves ha dado diferentes versiones de lo sucedido, pero en todas existe un común denominador: su declaración como inocente del delito que se le acusa. 

Su amigo Bruno, su cocinero y su esposa, Joana Sanz, ya testificaron ante la corte. Ahora, durante 20 minutos, el acusado dio su última versión de los hechos. 

“Bebí dos botellas de vino y alguna copa de whisky. Al salir del restaurante, fuimos al Nuba, estuvimos un rato tomando una ronda de gintonics. Cuando salimos de allí, recogimos el coche, conducía Bruno porque yo había bebido bastante y no podía conducir”. 

Después de subir al auto, Alves declaró que fueron a la Discoteca Sutton, a donde llegaron alrededor de las 2:30 de la mañana. Al ser un cliente frecuente del lugar, lo primero que hizo fue ir al baño. Posterior a esta última acción, regresó a la mesa reservada, donde comenzaron a bailar y beber. 

“Primero vinieron dos chicas y estuvieron un rato ahí también bailando. Después es cuando se invitó a las tres chicas. Estuvimos un rato bailando, interactuando, pasándolo bien, disfrutando entre todos”. 

“Estábamos ya más cercanos (con la víctima), empezó ella a bailar más pegada a mí, a rozar sus partes con las mías. Un baile típico de discoteca, perrear. Un baile un poco más pegado. Puso la mano atrás y empezó a tocarme las partes”. 

Posterior a ello, el ex jugador brasileño ha aclarado el momento en donde se suscitó la presunta agresión sexual. 

“Cuando fui al baño, le avisé que yo iba primero y me tuvo un rato esperando. Pensaba que no iba a venir, pensaba que no quería venir y cuando abrí la puerta, prácticamente me di con ella”. 

“Me bajé los pantalones, me senté en la taza del lavabo, se puso de rodillas y me empezó a hacer una felación. Después se sentó delante de mis piernas. La felación fue prácticamente todo el coito. No la abofetee, ni la tiré al suelo. No soy un hombre violento. No me dijo que no quería practicar sexo, en ningun momento ella me dijo que no quería nada”. 

Reiterando que había bebido demasiado, aseguró que, una vez en casa, se echó a dormir junto a su esposa en la cama. 

Después de relatar lo sucedido, Alves, de 40 años de edad, aclaró que se enteró de la denuncia porque le mandaron “la noticia al día siguiente”, pero, tras esto, hizo una pausa al romper en llanto. 

Le acercaron un pañuelo, se secó las lágrimas y prosiguió con su declaración. 

“Me enteré de la noticia que me estaban acusando de violación a través de la prensa. Se me vino el mundo encima. Estaba arruinado porque me habían bloqueado la cuenta en Brasil y me habían roto todos los contratos de patrocinio. Me quedaron solo 50 mil euros”. 

Con ello, Dani Alves terminó su declaración y el juez ordenó un receso de diez minutos antes de seguir con la sesión. 

Una vez ocurrido este hecho, se pusieron encima de la mesa los informes periciales y las partes expusieron sus conclusiones finales. 

El juicio queda visto para sentencia y la resolución está prevista para darse a conocer a finales de febrero o principios de marzo. 

*Con información de Diario Sport y El Desmarque. 

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