La violencia azotó de nueva cuenta la emoción que desborda una final de futbol, pues tras llevarse a cabo el último juego que definió al campeón de la Liga Municipal de Tarimoro, un conato de bronca que se elevó a una batalla campal, eclipsó por completo el emocionante partido que se vivió en el Campo Júpiter. 

La final se jugó entre San IsidroLa Esperanza. La tensión y táctica fue tal que, durante el tiempo regular, ninguno de los dos equipos se sacó ventaja en un emocionante 3 a 3.

Sin embargo, el desarrollo del juego se vio afectado a la hora del empate, pues surgió un conato de violencia en las tribunas que obligó a detener el juego por varios minutos. Gracias a la pronta intervención de la Seguridad Pública Municipal se logró controlar la situación y las acciones pudieron seguir su curso. 

Fotos: Daniela Martínez.

Ya en los tiempos extras, el marcador no se alteró y la definición llegó a través de una cardíaca tanda de penales, donde San Isidro se impuso y se llevó el título de campeón.

La alegría de la victoria fue eclipsada cuando una fracción de la porra comenzó a insultar a los jugadores de San Isidro tras el silbatazo final.

Esto fue suficiente para desatar un enfrentamiento físico entre varios asistentes y, al final, todo terminó en una pelea campal que dejó varios lesionados y algunos, por la gravedad de sus heridas, requirieron atención hospitalaria para suturar sus heridas.

Debido a la situación, la ceremonia de premiación tuvo que realizarse en privado para evitar nuevos brotes de violencia, ya con la presencia del Presidente Municipal, Moisés Maldonado López, quien entregó medallas y trofeos.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *